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156 SEGURITECNIA Febrero 2014 Artículo Técnico edificios, o quizás porque pensamos que es cara; y no necesariamente es así. Pensemos en un bloque de pisos y apartamentos donde viven familias de forma continuada. Las estadísticas afir- man que en este tipo de edificios, la mayoría de incendios se originan en la cocina, por estufas o braseros, o por descuidos, tipo cigarrillos mal apaga- dos, velas, etcétera. Propongo al lector que pensemos juntos cómo podemos incrementar la seguridad en este tipo de edificios. En caso de incendio, los servicios de extinción (bomberos) tienen una res- puesta que puede estar entre los 10 minutos y más de 30 minutos en al- gunas zonas rurales. Sabemos además que cuando estos profesionales se ha- cen cargo del incendio su eficacia está demostrada fuera de toda duda. Pero, ¿qué se puede hacer en el “mientras tanto”?. Quizás la palabra a mencionar sería ‘autoprotección’, es decir, que los ocupantes del edificio de viviendas ten- gan medios fáciles de usar y seguros para evitar, ante todo, los daños perso- nales y, en segundo término, minimizar los daños materiales una vez declarado el incendio, mientras llegan los bom- beros. Tres frentes Los profesionales de la PCI en TECNI- FUEGO-AESPI tenemos claro que en el caso de las viviendas hay que actuar en tres frentes: 1. Alarma y evacuación. 2. Extinción manual de conatos de in- cendio. 3. Compartimentación. Alarma y evacuación: Consiste en dis- poner de una pequeña instalación de detección de incendios en las viviendas. En muchos casos sería suficiente dispo- ner de detectores en comedor, cocina y habitaciones (seis o siete detectores), que en caso de conato de incendios, a través de una central de incendios (que podría ser ‘comunitaria’ para toda la escalera de vecinos), daría la alarma a traves de una serie de sirenas (óptico- acústicas) tanto a los ocupantes de la vi- vienda donde se esta produciendo el conato de fuego, como en la escalera M uchas veces pensamos que cuando hablamos de se- guridad y medidas para la Protección Contra Incendios (PCI) éstas están siempre pensadas para grandes instalaciones industriales, centros co- merciales, hospitales, hoteles, etcétera, y no siempre es así. Es cierto que estos edificios de ele- vada ocupación tienen un riesgo alto en caso de incendio y, por ello, la nor- mativa ha sido especialmente cuida- dosa en establecer los sistemas de pro- tección necesarios para la seguridad de sus ocupantes. Pero no podemos olvi- darnos de la PCI en viviendas particu- lares, donde cada año se producen una sucesión de pequeños incendios, que apenas tienen eco en los medios de in- formación, pero que por desgracia van muchas veces acompañados por un goteo de víctimas mortales y de fami- lias que se quedan sin hogar. La PCI en edificios de viviendas es quizás la asignatura pendiente en nues- tro sector, seguramente porque, como ya hemos mencionado, creemos que sólo se requiere en grandes centros y Jordi Isern / Comité Sectorial de Equipos de Primera Intervención de TECNIFUEGO-AESPI La seguridad de las familias no tiene precio