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7 SEGURITECNIA Octubre 2014 Editorial “Ser lo que soy, no es nada sin la Seguridad” (Shakespeare) H a transcurrido algo más de año y medio desde que patronal y sindicatos de seguridad privada aprobaron el actual convenio colectivo del sector, que comprende el bienio 2012-2014. La rubrica del acuerdo escenificó por aquel entonces el final de una negociación tan complicada, que se prolongó un año más allá del comienzo del periodo de vigencia del texto al que iba a sustituir (lo que recordó a las negociaciones del convenio 2009-2012, que no vio la luz hasta el año 2011). Una situación ilógica, incluso en un contexto de crisis económica que ya hacía estragos entre las empresas y los trabajadores. Un capítulo que, como hemos mencionado reiteradamente desde estas páginas, no debería repetirse en el fu- turo a riesgo de causar una nueva fractura en el sector, esta vez más grave si cabe que la anterior por la delicada situación de muchas compañías. La negociación colectiva es un caballo de batalla en el que nadie gana del todo, pero todos tienen mu- cho que perder. Desde la firma del actual convenio colectivo, que finaliza el próximo 31 de diciem- bre, la mesa negociadora se ha reunido en varias ocasiones para revisar las retribucio- nes del personal. La última ocasión (al cierre de esta edición de Seguritecnia) se pro- dujo el pasado 25 de septiembre, en la que se cerró un preacuerdo de cara a 2015 con un incremento salarial del 0,5 por ciento. Un “cambio de tendencia”, como señalan los sindicatos que lo han firmado, en referencia a la subida de los sueldos, que “sitúa las pautas de la futura negociación del grueso del convenio”. Este apretón de manos, así como los anteriores, da cuenta también de otro “cambio de tendencia” desde que se aprobó el convenio vigente, en el que ambos lados de la mesa han conseguido acer- car posturas cada vez que se han encontrado, favoreciendo de esa manera la paz sec- torial. El año 2015 será un periodo de transición en el que representantes de empresas y trabajadores volverán a sentarse para abordar un nuevo convenio colectivo. En esa ocasión, el contexto económico del sector continuará siendo complicado, si bien las expectativas de futuro irán, previsiblemente, a mejor (sin que esto signifique tener que llegar a las cifras de crecimiento de hace siete años). A buen seguro estos dos aspec- tos tendrá su protagonismo durante el diálogo y serán claves del nuevo marco laboral de la seguridad privada para los próxi- mos años. Pero ante todo es fundamental que los agentes sectoriales continúen haciendo esfuerzos como hasta ahora, de- fendiendo sus posiciones particulares pero velando a su vez por un acuerdo general justo. Ya se ha demostrado que las pos- turas inflexibles o irreconciliables conllevan etapas de incertidumbre, malestar y confrontación. Algunas empresas han optado durante los últimos años por el descuelgue del convenio al no estar de acuerdo con los compromisos que han salido de la mesa negociadora. Es lógico que, frente aquellas compañías que deciden seguir un ca- mino diferente a las demás, el nuevo texto laboral incluya cláusulas que penalicen esa opción, puesto que perjudican a la po- sición general. Porque en un sector dialogante y dado a acercar posturas, como ha demostrado la seguridad privada en los últimos años, lo idóneo es que se cree un marco común que garantice unas condiciones económicas asumibles por todas las empresas y aceptables para los trabajadores. Es bastante probable que el encaje de ese puzzle no deje completamente satis- fecho a ningún agente social, pero es posible que, en este caso sí, el sector en su conjunto acabe ganando. . S Favorecer la paz sectorial “2015 será un periodo de transición en el que representantes de empresas y trabajadores volverán a abordar un nuevo convenio colectivo”

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