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8 SEGURITECNIA Febrero 2015 Obituario José Andrés de Elízaga y Retana J osé Andrés de Elízaga y Retana apareció por primera vez en las páginas de Seguritecnia en julio de 1980, cuando esta re- vista sólo había publicado cuatro números. El Instituto Nacional de Industria (INI) acababa de crear sus “servicios de se- guridad” y De Elízaga fue elegido como responsable de la protección del organismo público y sus empresas. A partir de entonces, la relación entre este profesional y la revista continuaría hasta su fallecimiento el pasado 9 de febrero. Un año después de aquel encuentro, De Elizaga aceptó ejercer como primer presidente del, por entonces, Consejo Técnico de Re- dacción de Seguritecnia , lo que hoy es el Consejo Técnico Asesor. El fundador de la publicación, Ramón Borredá, observó en este profe- sional de carrera militar, antes de pasar a la seguridad corporativa, la figura idónea para encabezar este órgano. Les unía además una gran amistad para hacer frente a los retos de un incipiente sector de la se- guridad privada en nuestro país. Su ayuda fue fundamental para poner en marcha los Trofeos Na- cionales de la Seguridad, cuya primera edición, en 1982, fue presidida por S.A.R. el Conde de Barcelona. De Elizaga tuvo el honor de entre- garle al rey don Juan Carlos I el primer premio otorgado por el jurado en la audiencia que concedió a Seguritecnia , en el Palacio de la Zar- zuela. Cinco años estuvo al frente del consejo, en los que su labor imprescindible para la puesta en marcha de las primeras iniciativas de la revista. Por esa ayuda desinteresada y constante mereció la Presidencia de Honor al producirse su relevo. Posteriormente, en 1996, le fue concedido el ‘Tro- feo Ramón Borredá’. De Elizaga dedicó toda su vida al servicio del Estado, primero como militar y después como responsable de seguridad del INI. En la entidad pública, de hecho, permaneció como director de seguridad más de dos décadas, acompañándola en todas las transformaciones que experi- mentó hasta que en 1995 se convirtió en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). En toda esa larga trayectoria, el presidente de Honor de Seguritecnia vio pasar a nueve presiden- tes de la entidad. Su capacidad de gestión, su carisma y lealtad incondicional mereció el recono- cimiento de todos esos responsables. Pero ese reconocimiento también trascendió a la compañía. Entre otros, recibió en 2004 la en- comienda de la Orden al Mérito Civil por cinco décadas de servicio al Estado. El galardón se fun- damentaba en “el ejemplar cumplimiento de sus deberes, provechosas iniciativas y su extraordi- nario trabajo al servicio de las administraciones públicas”. Nunca olvidaremos a este amigo, gran persona y excelente profesional, al que tuvimos la fortuna de tener a nuestro lado. Allí donde esté seguro se habrá encontrado con su gran amigo Ramón Borredá. DEP. S Precursor del CTA de ‘Seguritecnia’

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