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Diálogos con el arte 43 SEGURITECNIA Noviembre 2015 La mujer, que mantiene gran similitud con Alma, se muestra serenamente dormida sobre el cuerpo del hombre que, incapaz de dormir, fija su profunda mi- rada en el vacío. Su rostro hundido, perdido, forma parte de un cuerpo que parece descomponerse en un espacio indetermi- nado donde la pareja parece haber quedado atrapada en un ambiente envolvente a través de las formas curvi- líneas y las sutiles pinceladas llenas de movimiento. Una intensa fuerza llena toda la obra, el maestro es capaz de crear una sensación de movimiento envol- vente que atrapa al espectador y lo acompaña de la fuerza de una pincelada, rápida, suelta, creada a través de breves notas de color puro, con las que es capaz de desintegrar a las dos figuras en pequeñas puntos de luz, movimiento y color, creando una arrolladora intensidad que no le impide mantener la figuración y, al mismo tiempo, llenarla de una expresividad única. Rompiendo conscientemente la realidad y aleján- dose de lo esperado, acompaña la composición de una atractiva combinación de colores, donde la gama de azules, malvas y verdes se armonizan a la perfección a través de una magistral utilización del blanco que llena de luminosidad toda la obra. Con la pasión que le caracteriza, Kokoschka no nos deja indiferentes al plasmar de forma inigualable el do- lor, la incertidumbre, la soledad y la sensación de tris- teza e impotencia ante el amor perdido. Es una compo- sición llena de fuerza y expresión pero en la que, aun- que parezca imposible, se respira una angustiosa calma de belleza inigualable. Hoy en día, su figura es imprescindible para com- prender las vanguardias y la relación con su contexto y el movimiento expresionista. Pero en su momento y al final de su carrera el maestro austriaco se sintió ol- vidado, incomprendido, teniendo la sensación de que había sido absorbido o vapuleado por la increíble pro- liferación de movimientos que surgieron después de la guerra. En la actualidad nadie duda de su papel fundamental en la historia del arte. Su trayectoria constituye el per- fecto resumen del Expresionismo, una obra llena de in- tensidad emocional, sentimientos mostrados de ma- nera brutal, donde la necesidad interna y la expresión se convirtieron en el tándem perfecto con el que supo traducir en el arte, con una sensibilidad incomparable, todo el dolor de aquel tiempo de locura. Apasionado y atormentado por las derrotas en su propia vida y la fragilidad del tiempo que le tocó vivir, Kokoschka aprendió a mostrar su visión personal sin sa- tisfacción ni deleite. Lo recordaremos siempre como un artista que, sin piedad, resquebraja una realidad como única forma de mostrar la desolación de un tiempo y una vida rota por la intolerancia y el dolor. S
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