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22 SEGURITECNIA Diciembre 2016 Opinión T enemos un objetivo prioritario, y es intentar reducir el número de muertes por incendio utili- zando todas las posibilidades a nuestro alcance. Una de ellas es la sensibilización social sobre este problema y la facilidad para resolverlo a través de unas sencillas medidas de prevención. Se trata de tra- bajar por el cambio en la percepción de lo que significa la seguridad contra incen- dios. Debemos hacer que cale en las con- ciencias que los 164 muertos por incen- dio de hace un año no se van a repetir. Desde TECNIFUEGO-AESPI vamos a plantear de nuevo al Ministerio de Fo- mento la necesidad de exigir detección de incendios en vivienda, como sucede en Francia y Portugal. La detección de incendios debe ser una exigencia del Código Técnico de la Edificación en vi- vienda nueva y, además, se debe insta- lar en todos los hogares de ciudadanos vulnerables (tercera edad, discapacidad, etc.), independientemente del año de construcción. Como expertos en la materia, y a te- nor de las estadísticas en otros países, sa- bemos que la detección de incendios y el resto de medidas de protección con- tra incendios salvan vidas. Este dato de- bemos trasladarlo a la sociedad y con- cienciar en esta línea. Por todo ello, con- tinuaremos con esta iniciativa que vela por la seguridad de las personas hasta que consigamos que se recoja en la le- gislación vigente, llevándolo al ministerio y también al Parlamento. Ésta será la punta de lanza del resto de nuestras acciones, entre las que se en- cuentra también la mejora del sector de la seguridad contra incendios (SCI) desde un punto de vista económico, norma- tivo, de regularización y de buen hacer profesional. Mejoras sectoriales Debemos ser más competitivos, extre- mar la atención y servicio al cliente, ex- plicar al usuario que en seguridad con- tra incendios la eficacia y la fiabilidad de la instalación y de los equipos de pro- tección contra incendios van unidas a la profesionalidad de la empresa que ins- tala, mantiene y fabrica. La competitivi- dad también significa invertir en la for- mación del personal, presentar innova- ciones y soluciones para atender retos y problemas, y poner como bandera sectorial la calidad, porque estamos ha- blando de vidas y bienes. Pero la calidad no sirve si en el mer- cado existen empresas que operan uti- lizando malas prácticas empresariales. Empresas que, por llevarse el contrato, ofertan instalaciones, mantenimientos o equipos a precios por debajo de coste. Estas malas prácticas desencadenan ins- talaciones deficitarias, es decir, engaño- sas. Es imposible hacer un trabajo por debajo del coste. Esto en seguridad con- tra incendios pone en riesgo la vida, el negocio y el futuro. Desde TECNIFUEGO-AESPI continuare- mos trabajando para poner en marcha la actualización de los reglamentos cuya antigüedad está perjudicando tanto al desarrollo del sector. Asimismo, pedimos que activen programas de inspección y control del mercado y concienciación del usuario final. También pedimos a las aseguradoras que pongan las máximas exigencias a las instalaciones, etcétera. Buen asesoramiento A la par, aconsejamos a los gestores de compras o responsables finales de la instalación de SCI que lean los certifi- cados de instalador o mantenedor con los epígrafes correspondientes autoriza- dos para dichos trabajos y que elijan em- presas profesionales y serias en la adju- dicación de los contratos. El precio no es lo más importante, pues estamos ha- blando de incendios, con la transcen- dencia que por desgracia conocemos y por la responsabilidad civil y penal que puede conllevar un siniestro. Por ello, recomendamos recurrir al ase- soramiento de empresas inscritas ofi- cialmente como instaladoras, mante- nedoras autorizadas y fabricantes, con productos certificados, con amplia expe- riencia y con referencias. Solicitar estos requisitos es una práctica muy recomen- dable para asegurar la correcta selec- ción de productos e instalaciones de SCI. Siempre debemos adquirir productos con marcado CE y exigir a los fabricantes la obligada Declaración de Prestaciones. Aunque es obvio, debemos recordar una y otra vez que los sistemas de segu- ridad contra el fuego no entran en ac- ción hasta que no se produce una situa- ción de incendio y la única forma que garantiza su funcionalidad es que se so- metan a los diversos mantenimientos se- gún prescribe la normativa vigente (RPC, RIPCI, RSCIEI). Además, ahora que entramos en un nuevo ciclo, con un nuevo Gobierno, es- peramos la aprobación y publicación de las adaptaciones de los reglamentos que afectan al sector. La Administración pública debe dar un impulso a esa recu- peración que se espera suave pero sos- tenida en el tiempo. La seguridad contra incendios no es una broma. En conseguirla debemos im- plicarnos todos, desde las empresas fa- bricantes y los instaladores de los siste- mas de seguridad, hasta los usuarios co- munes y profesionales, pasando por las administraciones públicas. S Adrián Gómez / Presidente de TECNIFUEGO-AESPI El sector de la seguridad contra incendios debe aportar soluciones ante los retos futuros

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