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SEGURITECNIA Febrero 2017 71 Opinión Factores significativos El patrimonio cultural es nuestro petró- leo, el principal activo turístico nacio- nal, alineado con el clima, las playas o el paisaje. Ocho de cada diez extranje- ros que llegan a España visitan nuestro arte y monumentos. El mayor poten- cial está en que uno de cada dos viaje- ros de todo el mundo elige su destino y desplazamientos por razones culturales. Las cifras del catálogo patrimonial ar- tístico español impresionan: 90.054 bie- nes muebles de interés cultural y 17.559 inmuebles; 2.500 castillos y fortificacio- nes; 10 archivos y bibliotecas naciona- les; y una red de 1.550 museos en los que trabajan 14.000 personas y que re- ciben anualmente más de 60 millones de visitantes. Solamente el patrimonio religioso conserva 70.000 iglesias y er- mitas, 950 monasterios y abadías, 88 ca- tedrales y 23.000 parroquias. El sector del patrimonio cultural re- presenta el 3,5 por ciento del PIB es- pañol y aporta una parte del negocio anual del turismo en España (15% del PIB). El sector de la cultura es la activi- dad principal de más de 108.000 em- presas y emplea directamente a casi medio millón de profesionales. Aunque, aún queda camino por recorrer en Es- paña: en la UE, las actividades directa- mente ligadas al patrimonio cultural ge- neran en torno a 35.000 millones de eu- ros anuales de ingresos. La explicación a esta evolución po- sitiva hay que buscarla, precisamente, en la mejora de la seguridad y en el au- mento de la legislación y la inversión re- lacionada con este concepto. Lo sostie- nen los expertos y lo corroboran fuen- tes policiales y gubernamentales. Sin embargo, el sector del patrimo- nio cultural no está exento de riesgos y amenazas. Las cifras hablan por sí mis- mas. Cada dos días a nivel mundial ro- ban una obra de arte. En total, más de 160 sucesos al año y 5.000 en las últi- mas tres décadas. Según las estadísti- cas. Los delitos de este perfil crecieron durante las décadas de los ochenta y los noventa, y experimentaron una dis- minución constante a partir de los pri- meros años del siglo XXI. Arte, mercado y fraudes Pilar Barraca de Ramos, secretaria de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, de la Subdirección General de Protección del Patrimo- nio Histórico del Ministerio de Cultura, confeccionó un documento titulado El mercado del arte y la política de ad- quisición de colecciones públicas . Para los profesionales que nos dedicamos a proteger el patrimonio cultural, di- cho texto es de gran ayuda para dise- ñar nuevas estrategias de intervención y protección del arte, ya que enmarca el sector del arte, presenta diferentes agentes y muestra la normativa que lo regula. El índico de sus contenidos da fe de ello: Del mercado del arte. De las Administraciones Públicas. De la junta de calificación, valoración y explotación de bienes del patrimonio histórico español. ¿Qué instituciones compran obras de arte? Los modos de adquisición de las Ad- ministraciones Públicas. La circulación de los bienes cultura- les. Importación, exportación, expor- tación definitiva y exportación tempo- ral con posibilidad de venta. Exportación temporal. Modos de conclusiones. Legislación. Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español. Ley 49/2002 de Me- cenazgo. Ley 50/2002 de Fundacio- nes. Real Decreto 111/86 de desarrollo de la Ley 16/85 del PHE, tratado cons- titutivo de la Comunidad Europea, de 25-03-57, reformado por el tratado de la Unión Europea de Maastricht, de 07 de febrero de 1992. Bibliografía. El 27 de enero del 2014, el periódico El Mundo publicó un artículo muy inte- resante titulado “¿Quién vigila a la poli- cía del arte?”. Entre sus reflexiones me quedo con las siguientes: Damien Hirst no quiere que le ocu- rra como a Andy Warhol, Francis Ba- con, Paul Gauguin, Pablo Picasso, Fran- cisco de Goya o Harmensz van Rijn Rembrandt, aunque hay más, muchos más, casi todos. El artista conceptual ha creado un Comité de Autentifica- ción para sus obras de arte como es- cudo para blindarse contra las falsifica- ciones que atiborran el mercado. Las falsificaciones de obras de arte, o copias con intención por pasar por originales, son tan antiguas como el arte mismo. La decisión de Hirst llega en un momento en que los comités de autentificación están en el ojo del huracán tras recibir considerables re- gañinas: demandas judiciales y escán- dalos de parcialidad e incompatibili-

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