Seguritecnia 452

64 SEGURITECNIA Abril 2018 en sus centros de formación y escuelas de negocios. “Sembrando cultura de seguridad”, será así el granito de arena que aportaremos desde la Fundación Borredá al esfuerzo conjunto de mejo- rar, de arriba abajo, la percepción de la seguridad corporativa. S corporativa juega en la gestión de los riesgos de la organización y en la con- secución de sus objetivos. En este sen- tido, nuestra fundación ya diseña un conjunto de acciones con el propósito de incorporar esta nueva cultura a los procesos de formación de directivos túa al director de seguridad frente a la responsabilidad de prevenir, proteger y reducir la manifestación de riesgos de cualquier naturaleza, para lo cual la propia ley trata de configurar su figura sobre la base de una alta cualificación que le ayude a consolidar su posición en el seno de su organización. Esta es la respuesta del legislador al clamor que se elevaba desde el pro- pio sector por la falta de autoridad del director de seguridad en su empresa, demandando un refuerzo de su posi- ción promovido por la propia ley. Des- graciadamente, también hemos oído voces alarmadas por el peso de la res- ponsabilidad que ahora se ha hecho recaer en esta figura; quizá no les falte razón, pero el objetivo de la ley es di- señar el modelo del futuro, en el que los nuevos directores de seguridad ve- rán incrementada su capacidad para seguir la senda que ya les están mar- cando algunos de los extraordinarios profesionales actuales y crear, desde dentro, un espíritu propio del sector, surgido de su cualificación y su visión para gestionar de forma eficiente la se- guridad de sus organizaciones con la vista puesta en la consecución de sus objetivos. Ciertamente, el Reglamento de Se- guridad Privada es un instrumento im- prescindible para avanzar en la estrate- gia planeada, porque es necesario de- sarrollar y concretar las funciones que recaen en el ámbito de responsabili- dad del director de seguridad y regular la formación que permita ya el acceso a la profesión por las dos vías previs- tas: grado en seguridad y posgrado. La Administración tiene que tomar plena conciencia de la trascendencia de la estrategia planteada en la ley y com- pletar su desarrollo. Obviamente debe actuarse también sobre los directivos para mejorar su implicación y, además de la propia in- tervención interna de los directores de seguridad, hay que promover las ac- ciones externas de sensibilización ne- cesarias para trasladarles el conven- cimiento del papel que la seguridad A vista de “Sembrando cultura de seguridad”, será el granito de arena de la Fundación Borredá al esfuerzo de mejorar la percepción de la seguridad corporativa

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