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92 SEGURITECNIA Septiembre 2018 Control y gestión de alarmas Todas estas innovaciones determi- narán no solo una modificación de la normativa, sino también del mercado, que se adaptará rápidamente a este nuevo contexto más automatizado y tecnológico. Pero la convivencia de los sistemas denominados “tradicionales” –como la intrusión y CCTV–, los nue- vos ya descritos –como analizador de imagen, vídeo inteligente, cibersegu- ridad…– y los futuros que puedan ve- nir tendrá como consecuencia la re- visión de operativas en las centrales receptoras y la definición de otras dife- rentes para adecuarse a este contexto tecnológico de seguridad “vivo” y en continua evolución. Así, estos centros dispondrán de plataformas para inte- grar los distintos sistemas y servicios que ofrezcan a sus clientes. Otro de los pilares esenciales de las centrales receptoras en el futuro son las comunicaciones. Hemos pasado, en poco tiempo, de una conexión por RTB (Red Telefónica Básica), que des- aparecerá en breve, a las comunica- nes, apoyadas en sistemas de intrusión cada vez más funcionales, tendrá una gran proyección los próximos años, siendo gestionado por las centrales re- ceptoras. Igualmente, estimamos que se crea- rán servicios nuevos que, de una forma u otra, irán restando la necesidad o, cuando menos, disminuyendo la pre- sencia de vigilantes. Hablamos de ví- deo-rondas apoyadas en drones o en robots, unos servicios que no se- rán nada descabellados verlos a corto plazo. En este sentido, la capacidad de asumir funciones propias de centros de control de un cliente concreto será algo a lo que tendrán que adaptarse las centrales receptoras del futuro. Asimismo, en poco tiempo veremos cómo el sistema de CCTV (circuito ce- rrado de televisión) le quita mercado al clásico sistema de intrusión, asu- miendo servicios nuevos y disminu- yendo incluso el número de falsas alar- mas gracias al análisis de vídeo e inteli- gencia artificial. tión, donde sus trabajadores se han ido profesionalizando a un nivel im- pensable hace años. Así pues, la CRA ha dejado de ser un simple servicio reactivo que solo se re- lacionaba con el cliente cuando ha- bía un robo o una avería. De la mano de los avances tecnológicos, este ser- vicio ha evolucionado hasta gestio- nar proactivamente las telecomunica- ciones, realizar de manera remota los mantenimientos (sin desplazar técni- cos), programar los armados y desar- mados en calendarios –y vigilar su eje- cución–, regular los sistemas de tem- peratura, controlar los accesos y aforos en horarios de atención al público, re- copilar información de tránsito de per- sonas para elaborar informes de gran valor estratégico para el equipo de marketing, permitir el suministro de combustible en estaciones de servicio sin personal... Las CRA han tenido que adaptarse a todos estos nuevos servicios que ha traído la tecnología más innovadora y puntera. Gracias a ello, el uso de dro- nes, la teleasistencia a personas de- pendientes, la gestión reputacional en redes sociales y el vídeo embarcado en transportes de viajeros, entre otros ele- mentos, han pasado a formar parte de su catálogo de servicios remotos. Sin duda, la tecnología seguirá siendo la estrategia a desarrollar y po- tenciar, por lo que se requerirá una continua inversión en las centrales re- ceptoras por parte de las empresas del sector, con necesidad de contar, cada vez más, con personal muy cualificado y mejor preparado. De la inversión que se realice en ellas dependerá, en gran medida, el alcance y capacidad de los servicios de cada una de las centrales receptoras. Nuevos servicios y soluciones Dentro de la variedad de servicios re- motos que se puedan prestar, uno de los pilares para el crecimiento, si no el mayor de ellos, son los sistemas de ví- deo, que cuentan ya con análisis de ví- deo y vídeo inteligente o inteligencia artificial. El desarrollo de estas solucio- Las CRA manejan un alto volumen de clientes e información muy compleja, lo que ha determinado que deriven en centros operativos de gestión

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