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112 SEGURITECNIA Octubre 2018 D iversos medios de comunica- ción se han hecho eco recien- temente de algunas afirma- ciones sobre el papel de la seguridad privada en el sistema público de segu- ridad, realizadas por Pedro Muñoz Gon- zález, portavoz del Grupo Parlamenta- rio Socialista en la Comisión para el es- tudio del modelo policial del siglo XXI. Sus palabras han sido recogidas tam- bién por algunos colectivos profesiona- les ante la trascendencia que supone el hecho de que representan la posición del principal partido de los que susten- tan al actual gobierno. Sustancialmente, el portavoz socia- lista viene a afirmar que la Ley de 2014 llevó a la seguridad privada a la com- plementariedad respecto de la pública y, en consecuencia, dejó de ser subor- dinada. De esta premisa, Muñoz extrae las siguientes conclusiones (cito textual- mente el diario de sesiones de 19 de para nuestros representantes revisar un modelo policial como el español, am- pliamente superado por la globaliza- ción de las amenazas y por la propia evolución de nuestra realidad adminis- trativa, es esperanzador constatar que la seguridad privada se toma en con- sideración al diseñar el modelo del fu- turo. Fue Víctor Moreno Catena, secreta- rio general técnico del Ministerio del In- terior de 1988 a 1993, subsecretario del Interior en 1993 y actualmente catedrá- tico de Derecho Procesal en la Univer- sidad Carlos III, compareciente en la Co- misión dada su indudable calidad de experto, quien puso sobre la mesa el papel de la seguridad privada en este escenario. En primer lugar, hace referen- cia a su importancia cuantitativa: 80.000 empleados de las 1.900 empresas de se- guridad que, “sumados a los 246.000 policías, nos da una cifra excesiva o bas- tante escandalosa en comparación con los estándares europeos”. Pasa luego a referirse a aspectos cualitativos deriva- dos de la Ley 5/2014 en la que “se mo- difica la óptica, y en lugar de una acti- vidad subordinada a la seguridad pú- blica, se regula como una actividad de cooperación, de corresponsabilidad, de complementariedad de la seguridad pública”. A este respecto, llama la aten- ción acerca de que “en tanto los contro- les administrativos no sean lo suficien- temente potentes para mantener bajo el criterio de la responsabilidad a 80.000 vigilantes, la mayoría de ellos armados, este es un problema no menor”. Como colofón a sus reflexiones so- bre el papel de la seguridad privada, Moreno Catena pone el foco “en los problemas de coordinación, de acom- pasar las actividades de todos aquellos septiembre de 2018): “Y cuando deja de ser subordinada y empieza a ser com- plementaria, llega a la calle y ocupa es- pacios públicos. Aquello que se decía de que se salía fuera porque era fin de semana, se había roto un cajero y había que estar de vigilancia para la seguri- dad, no; la seguridad privada debe estar constreñida a desarrollar una función subordinada de lo que es la seguridad pública, porque esta se ejerce a través del poder público y sus agentes, que son las Fuerzas y Cuerpos de Seguri- dad del Estado. Por tanto, creo que ha- bría que dar una vuelta en esta regula- ción, para encaminarla hacia la subordi- nación y eliminar ese otro factor”. Estas ideas tienen mayor trascenden- cia en razón del foro en el que se ex- presan: como hemos dicho, nada me- nos que la Comisión para el estudio del modelo policial del siglo XXI. Dejando a un lado la enorme dificultad que tiene César Álvarez Fernández / Coordinador de proyectos de la Fundación Borredá ¿Subordinación o complementariedad? A vista de

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