Seguritecnia 463

SEGURITECNIA Abril 2019 49 Opinión El atacante Las autoridades neozelandesas han tratado el ataque como un acto terro- rista, si bien realizar estas declaracio- nes sin caer en la mera retórica precisa de un análisis con mayor profundidad. Partiendo de una definición operativa, basada en autores ya clásicos como David Rapoport o Martha Crenshaw, podemos definir “terrorismo” como el uso ilegal de la violencia con una mo- tivación política que busca el cambio de un poder u orden establecido a tra- vés del impacto físico y psicológico de dicha violencia sobre una sociedad- objetivo, seleccionada de acuerdo al marco ideológico del grupo terrorista. Parece fuera de toda duda que el atacante presentaba una motivación ideológica, expresada en su manifiesto de 74 páginas titulado The Great Re- placement , que critica la inmigración masiva de no-occidentales a los paí- ses occidentales, y basa su motivación para llevar a cabo el ataque en aspec- tos como: - “Vengarse de los invasores por los cientos de miles de muertes causa- das por invasores extranjeros en tie- rras europeas a lo largo de la historia. - (…) - Vengarse de las miles de vidas euro- peas perdidas en ataques terroristas a lo largo de tierras europeas. - (…) - Reducir directamente las tasas de in- migración en las tierras europeas in- timidando y eliminando físicamente a los invasores”. En este discurso, marcado por cla- ros tintes racistas, el atacante mues- tra una ideología supremacista blanca que define la motivación subyacente para llevar a cabo el ataque y la selec- ción tanto de objetivos como de mo- dus operandi . En un ataque con claras reminiscencias del perpetrado por An- ders Breivik, en 2011, en la isla de Utoya (en Oslo), también Tarrant estaba co- nectado a la misma red ideológica- mente difusa diseñada hace tres déca- das por Louis Beam en Estados Unidos, para evitar la decapitación del movi- miento supremacista blanco por las fuerzas de seguridad. El resultado fue el desarrollo de la doctrina de la “Re- sistencia sin líder”, donde la ausencia de lazos organizativos entre los miem- bros del movimiento es sustituida por conexiones ideológicas basadas en la distribución de propaganda, que a su vez indicaba las pautas de comporta- miento del miembros, el modus ope- randi y objetivos a seleccionar, en una suerte de “propaganda por los hechos” capaz de movilizar a actores indivi- duales con capacidad de llevar a cabo nuevos ataques siguiendo pautas simi- lares. En otras palabras, Beam sentó las bases de lo que hoy conocemos popu- larmente como “lobos solitarios” y que tanto Breivik como Tarrant han llevado a cabo. Los objetivos Analizar el objetivo proporciona una mayor comprensión del ataque. En este sentido, debemos diferenciar las víctimas-objetivo de las instalaciones- objetivo. El objetivo como víctimas es simbó- lico. En este caso, la comunidad mu- sulmana de Christchurch es represen- tativa de la comunidad musulmana de Nueva Zelanda, que a su vez re- presenta el objetivo mencionado en el manifiesto, la población inmigrante que está destruyendo a los países oc- cidentales y que debe ser eliminada. Como suele suceder en incidentes de tirador activo, las víctimas eran alea- torias en el sentido de desconocidas para el atacante, pero pertenecen a un nicho social que constituye un ob- jetivo potencial conectado al marco ideológico concreto del atacante. El objetivo como instalaciones se re- laciona con el ciclo de planeamiento te- rrorista y la búsqueda de efectividad en el ataque. Las mezquitas, como cual- quier otro lugar de oración, se incluyen en la categoría de soft targets u objeti- vos blandos –lugares de congregación ‘Spree murder’ consiste en el asesinato de tres o más víctimas en más de una localización, sin un periodo de enfriamiento entre los asesinatos

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