Seguritecnia 466

SEGURITECNIA Julio-Agosto 2019 37 Protección contra incendios proponen para ambos enfoques) su- pone aportar nuevas fuentes de finan- ciación a los bosques, incluso más allá de la cobertura de catástrofes, mientras que se reducen considerablemente las consecuencias de los riesgos naturales. Financiación y aseguramiento Aunque el desarrollo de seguros fo- restales es fundamental para cubrir las pérdidas ante catástrofes naturales, los seguros existentes en España (el que gestiona Agroseguro a nivel nacional y, en Cataluña, el seguro que ofrece la compañía Fiatc) no cubren ni el 20 por ciento de los montes. Otras formas al- ternativas de transferencia del riesgo que se están desarrollando son los Bo- nos sobre Catástrofes (o Cat bonds ). Se trata de productos financieros cuyos flujos, cupones y principal están con- dicionados a la ocurrencia de un deter- minado suceso de naturaleza catastró- fica establecido en la emisión (Pérez- Fructuoso, 2005). En compensación por la incertidumbre que se produce en los flujos de caja, los inversores reciben unas rentabilidades muy superiores a las ofrecidas por otro tipo de bonos con un rating de crédito similar, ade- más de reducir el riesgo de sus carte- ras a través de la diversificación. El ren- dimiento de un Cat bond no depende de las condiciones de los mercados de capital, sino de la ocurrencia de una ca- tástrofe cuyas características se ajusten de inversión en los montes. Esta pér- dida de inversión deriva en un menos- cabo de bienes y servicios tanto eco- nómicos como ambientales y sociales. También se debe replantear el enfo- que tecnológico basado en la proba- bilidad de ocurrencia de las catástrofes naturales. De hecho, la posibilidad de sucesos raros no es cuantificable, aun- que sí es posible mitigar las consecuen- cias de las catástrofes mediante el con- trol de la fragilidad de las masas fores- tales. La debilidad de los bosques es mucho más fácil de predecir que la di- námica de los sucesos que provocan el daño y, además, los errores que se co- menten al gestionar de este modo son muy inferiores a los que surgen cuando se gestiona a partir de índices prome- dios de la probabilidad de que se des- encadenen catástrofes naturales. El proyecto del que hablamos inte- gra los enfoques actuarial y tecnoló- gico en planes de gestión conjunta de los recursos y de los riesgos naturales. El resultado de esta integración (y de los procedimientos alternativos que se guramiento de las inversiones a través de la mejora de la resiliencia del espa- cio natural. Un último objetivo del proyecto es cuantificar la extensión del asegura- miento de las masas forestales natura- les, desarrollando los seguros existen- tes o creando otros nuevos que se ajus- ten en mayor medida a las necesidades de los propietarios. Riesgos forestales Históricamente la gestión de los ries- gos naturales se ha enfocado desde los puntos de vista actuarial (asegura- miento financiero contra los riesgos) y tecnológico (que busca minimizar los riesgos debidos a catástrofes naturales). Cada uno de esos enfoques ha evolu- cionado independientemente y desa- rrollado sus propias soluciones; sin em- bargo, el problema no deja de crecer. Naciones Unidas valoró en 306.000 mi- llones de dólares las pérdidas causadas por catástrofes naturales en 2017, de las cuales solo el 42,7 por ciento estaba asegurado (el 50,5% en la Unión Euro- pea). Las estimaciones del Banco Mun- dial son incluso superiores (un 60%) a las de la ONU porque, además de las pérdidas materiales (vivienda, in- fraestructuras…), incluyen la merma de bienestar: gastos en alimentación, educación, salud, etc., que ya no pue- den permitirse los que han perdido casi todo. Aunque el sistema español de asegu- ramiento contra catástrofes naturales es uno de los más garantistas, al estar respaldado por los Presupuestos Ge- nerales del Estado, no atiende al largo plazo de recuperación al que están so- metidas las masas forestales tras suce- der una catástrofe, lo que genera incer- tidumbre a la hora de tomar decisiones Naciones Unidas valoró en 306.000 millones de dólares las pérdidas causadas por catástrofes naturales en 2017, de las cuales solo el 42,7% estaban aseguradas

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