Seguritecnia 330
SEGURITECNIA 25 Mayo 2007 PROBLEMÁTICA DE FALSAS ALARMAS Alcanzar la seguridad ciudadana La inauguración oficial corrió a cargo del comisario ge- neral de Seguridad Ciudadana de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, José Marín Manzanera , quien comenzó su di- sertación asegurando que la seguridad pri- vada y la pública deben ir de la mano, “cues- tión que se recuerda en cualquier foro, pero en el caso de las alar- mas, debemos contri- buir más para alcan- zar la seguridad ciuda- dana. Las alarmas no sólo se instalan en los establecimientos obli- gados, sino que se ha producido un au- mento de insta- laciones en otros no obligados debido al sentimiento de inseguridad que existe. En el año 2006 –comentó- se produje- ron un total de 161.400 alarmas y la mayoría fueron en establecimientos no obligados (más de 138.000), lo que implicó más de 30.000 horas de trabajo aten- diendo estas incidencias, “por lo que mientras aten- demos a éstas, dejamos de tener presencia policial en otros puntos. Además, estas alarmas suelen pre- sentarse en polígonos industriales y zonas aleja- das de las ciudades, por lo que se dejan desatendi- dos núcleos de población importantes. Otra con- secuencia es la rutina que se crea entre los policías cuando continuamente acuden a servicios de falsas alarmas, por lo que ya van con la mentalidad de que en más del 90% van a ser falsas. Esto es pe- ligroso para el trabajo que des- empeñan. Desde el año 2004 al 2006 han disminuido estas alar- mas y en este camino debemos dirigirnos. Por lo tanto, este tema nos ocupa y nos preocupa, junto al intrusismo, son los dos temas principales que irrumpen en el sector de la seguridad privada”. El comisario jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía, José Luis Pruden- cio Martín de Eugenio , inició el turno de ponencias de las jornadas con una basada en la “Problemática: datos y cifras de las falsas alarmas, calidad de los sistemas y parque actual de las instalaciones”. Comenzó explicando que la seguridad es una actividad esencial en cualquier estado y pretende conseguir luchar contra la delincuencia, el intrusismo, mejorar los sistemas técnicos o la falta de homologación, la calidad de servicios y mejorar la profesionalidad. Pero mucho de estos objeti- vos se están quebrando en el tema de las falsas alarmas. Si atendemos a las cifras del pasado 2006, del total de 1.121.000 conexiones que se produjeron, 161.400 fueron falsas alarmas y tan sólo 7.363 reales. Expediente sancionador “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado utili- zan el expediente sancionador aplicando unos criterios cuando las sanciones son reiteradas o reincidentes. La sanción tiene tres grados (mínimo, medio y máximo) y nunca se aplica el medio porque no hay afán recaudador, sólo afán de concienciar a las empresas que hay que mejorar las instalaciones de las mismas. Sin embargo, las infracciones por faltas graves han ido evolucionando y la tendencia ha ido en au- mento (en 2006 se produjeron 868)”. Entre las posibles causas de esta situación, Prudencio destacó la baja calidad y la preca- riedad de los sistemas, el deficiente servicio de mantenimiento y las averías, la verificación in- adecuada de las señales de alarmas (número in- suficiente de operarios y baja cualificación), así como la baja cultura técnica del usuario y la poca información o asesoramiento sobre el fun- cionamiento del sistema. El comisario jefe de la Unidad Central de Se- guridad Privada de la Policía argumentó que
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