Seguritecnia 330

SEGURITECNIA 40 Mayo 2007 PROBLEMÁTICA DE FALSAS ALARMAS ➠ El incremento de la delincuencia y la peligrosidad ha variado en los últimos años, por lo que ahora existe una mayor sensación de inseguridad, lo que también ha aumentado el número de falsas alarmas. ➠ Formación de empleados fundamental para la ne- cesaria gestión adecuada de las nuevas tecnologías que se pretenden implantar. ➠ Mayor acercamiento de las Centrales Receptoras a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para mantener una relación más f luida y, a la vez, la necesidad de mantener un mantenimiento periódico y exhaus- tivo del sistema. ➠ Es importante para los Cuerpos Pol iciales que cuando surja una alarma se les comunique exacta- mente la ubicación de la alarma dentro del recinto o edificio. ➠ Mejora de las comunicaciones para poder trabajar en mayor medida en el futuro. Finalmente, Borredá añadió que “es importante la co- laboración de todos a la desaparición del intrusismo y de los que sólo ven en esto la posibilidad de hacer un dinero o un negocio rápido. Por parte de las Policías es importante que se consiga esa uniformidad de cri- terios para evitar situaciones dispares. Todo esto da como conclusión que si se consigue una reforma le- gislativa y normativa y se trabaja apostando por la ca- lidad de los sistemas y de los servicios y la Policía re- nueva su esfuerzo por conocer más y mejor la proble- mática de las Centrales de Alarma, se conseguirá el fin pretendido por todos: por un lado, la disminución de ese número de falsas alarmas que crea tantos pro- blemas en los servicios policiales y, por otro lado, que las compañías receptoras de Centrales de Alarmas tengan un cauce más lógico y más adecuado para tra- bajar en el siglo XXI”. Las últimas palabras de clausura las pronunció el comisario Marín para aportar su punto de vista sobre el tema y añadir que “si logramos entre todos re- duci r las fa l sas a larmas vamos a beneficiar a la segur idad c iu- dadana en ge- nera l . Estoy de acuerdo en que va siendo hora de que se res- pon s ab i l i ce a l usuario final de la alarma y, por l o menos , ha- bría que aseso- rarle, informarle y formarle sobre el uso de ese sistema que en ocasiones puede que sea com- plejo y que olvide su manejo. A mi jui- cio, ya es hora de que se acometa una reforma, no sólo del tema de las fal- sas alarmas, sino de la ley y de su re- glamento. Por nuestra parte, hacemos todo lo que está a nuestra alcance pero hay que hacerlo con la opinión consen- suada de todos los integrantes del sec- tor porque ante un problema común para todos es impor tante actuar de una forma unánime y con un mismo criterio”.

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