Seguritecnia 344

30 SEGURITECNIA Septiembre 2008 Seguridad contra incendios grandes cantidades de dinero al año en la investigación para mejorar y hacer más eficaces los equipos y siste- mas de extinción de incendios forestales. Viviendas y habitantes cerca de los montes Los incendios forestales afectan en muchos casos a ur- banizaciones lindantes a zonas boscosas. En el mejor de los casos, sólo es un susto, y un desalojo de las vi- viendas cercanas basta. En otros, el fuego acaba con las construcciones e incluso con la vida de las perso- nas como ocurrió en octubre de 2007 en California (EE UU), donde varios incendios seguidos dejaron un saldo de 10 muertes, un millón de evacuaciones y destruye- ron 1.500 casas. En España, la proliferación de urbanizaciones cerca- nas al monte hace que haya que extremar las medidas de prevención y extinción en estas áreas. Entre estas medidas básicas cabe destacar: vigilan- cia permanente, limpieza de ramas, separación de toda zona urbanizada del monte (al menos 25 metros); acon- dicionar las urbanizaciones y dotarlas de hidrantes (aparato hidráulico que conectado a una red de agua surte de caudal en caso de incendio) y facilitar la inter- vención de los medios de extinción en caso de necesi- dad. Además, hay determinadas exigencias legislativas, como las obligaciones que la Directriz Básica de Pro- tección Civil sobre Incendios Forestales impone a pro- pietarios e instituciones con los planes locales y de au- toprotección. L a primavera de 2008, intensamente l luviosa, ha generado abundante vegetación en los mon- tes. Ahora, en la época estival queda seca, resul- tando un material muy inf lamable. Las Administracio- nes Públicas de las distintas Comunidades Autónomas han presentado sus planes de protección de emergen- cias para incendios forestales. Este es el momento de dotarse de todos los medios y medidas de protección contra incendios eficaces, que el sector pone a disposi- ción, tras años de investigación y desarrollo. Según datos recogidos por el Ministerio de Medio Am- biente, el año 2007 fue el mejor de toda la década, ya que sólo ardieron 8.569 ha, en los 3.055 incendios que se pro- dujeron. Sin embargo, en lo que va de 2008 (el primer tri- mestre ha sido muy seco) ya se han producido 6.132 entre conatos e incendios que han afectado a más de 23.000 ha. Si evaluamos la rentabilidad de los bosques, sólo en sus beneficios materiales, tenemos que: contribuyen a la regulación del ciclo del agua, protegen los embal- ses frente a la colmatación, las tierras de inundaciones, avenidas y aludes y mejoran su calidad; frenan procesos de erosión y desertificación; regulan el intercambio de gases atmosféricos, absorben y fijan el CO2 y generan oxígeno; salvaguardan la biodiversidad de especies de fauna y f lora; y conservan el paisaje. En muchos casos, los incendios forestales se deben a prácticas delictivas con fines especuladores. Por ello, una de las medidas legislativas más aplaudidas ha sido la reforma de 6 de abril de 2006, de la Ley de Montes de 2003, cuyo punto clave es que los montes quemados sólo podrán recalificarse cuando pasen 30 años. Si a ello unimos unos adecuados planes de emergen- cia y prevención y la adquisición de innovadores siste- mas y tecnologías de extinción de incendios, la Cam- paña contra Incendios Forestales emprendida por el Ministerio de Medio Ambiente y las Comunidades Au- tónomas para 2008 puede ser muy eficaz. Contribuyendo a la campaña, el sector de protección contra incendios, reunidos en Tecnifuego-Aespi, y las empresas y profesionales que lo conforman invierten Proteger el monte contra los incendios es posible Métodos de extinción Por Gabinete de Prensa de Tecnifuego-Aespi

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