Seguritecnia 344
72 SEGURITECNIA Septiembre 2008 Seguridad contra incendios Esta misma caseta vale perfectamente para probar ro- ciadores y su capacidad de control del fuego y, en una buena mayoría de los casos, dependiendo del combustible, de su capacidad de extinción. 8.- Una buena ducha, una buena comida con sobremesa y unas buenas conclusiones Es imposible que al final del curso haya alguna alumna o alumno que no estén tiznados, sudados, algo mojados y sucios en el sentido puro y duro de la palabra. A pesar de que se les deja un mono de trabajo, guan- tes, calcetines, chaquetón contra temperaturas y un casco para evitar accidentes, es inevitable tiznarse. Una buena ducha nos deja como nuevos. Unas buenas cervecitas o refrescos antes de pasar al comedor nos limpia por den- tro y se aclara la voz. La comida en una mesa larga y grande hace que el personal hable. Y se habla de los lo- gros. De que ¡nunca me imaginé que con un jodido ex- tintor apagara tanto!... y así cada uno cuenta a su grupo más cercano su experiencia. Todos cuentan cosas. Se res- pira una camaradería que es una gozada. Es el momento en el que las conclusiones se hacen colectivamente. Es un buen momento para que los monitores callen y simple- mente escuchen. Se finaliza llevándolos en autocar al lu- gar de su trabajo donde se los recogió a primera hora de la mañana. Antes de las prácticas, se hace llegar a la empresa que organice el curso el nombre, dos apellidos, edad y DNI de cada alumna y alumno para hacer un seguro de todo tipo de riesgos de 24 horas para todos. Es un costo añadido al curso. Nunca ha pasado nada....pero....¡No vale luego po- ner cara de idiota, lamentarse y decir después un montón de gilipolleces que no solucionan nada. ¡Leches, dormir tranquilo, no tiene precio! 9.- Como final La experiencia de largos años de enseñanza me confirma que los resultados son muy buenos. En su trabajo y fuera de él. En algunas ocasiones, el personal que ha pasado por estos cursos ha conseguido extinciones en fuegos iniciales que, de no haberlo atajado a tiempo, hubieran sido verda- deras catástrofes. Hablo de hoteles, industrias, edificios de oficinas, ayun- tamientos, ministerios, residencias de personas mayores, Protección Civil y Policía Local. Estoy convencido de que vale la pena hacer inversiones en la formación del personal. ¿Quién sabe si esta formación vale algún día para sal- var a vuestros propios hijos, vuestra propia familia, vuestra propia casa? ¿Quién sabe? ¡Algunos alumnos y alumnas que he tenido sí lo saben! ¡Y yo personalmente, también! 5. Se enseña que, tras un incendio, una empresa especia- lizada debe recargar y revisar los extintores, así como chequear a fondo las redes de agua y detección de in- cendios, dejándolo de nuevo todo a punto. 6.4.- En gran número de fuegos iniciales, en edificios ur- banos de todos los usos, incluidas las plantas industria- les, se producen chamuscados y fuegos en cuadros eléctri- cos. Gran parte de estos cuadros están sobrecargados y no se someten a las revisiones periódicas por empresas eléc- tricas especializadas, que nos permiten conocer, a base de unas buenas termografías, su situación. En lugar confinado también se debe enseñar a extinguir- los, haciendo comprobar a los alumnos las bondades del CO 2 (extintores) como agente extintor. Además de su ca- pacidad de extinción por sofocación, su salida a modo de “nieve carbónica” permite extinguir por enfriamiento de los conductores eléctricos y resto de componentes del cuadro. 6.5.- Si se tienen equipos autónomos de respiración, se pueden utilizar las salas de interior para hacer recorridos y salir al exterior por la escalera de incendios. Estas prácti- cas requieren al menos de dos monitores, uno en cabeza y otro de “coche escoba, protegiendo y guiando al grupo que irá siempre en medio de los dos monitores”. 7.- Comprobación por los alumnos del funcionamiento de las instalaciones automáticas contra incendios En un campo de prácticas bien diseñado, éste debe dispo- ner de elementos que permitan comprobar las instalacio- nes automáticas. Para la detección de incendios bastará con un buen panel dotado de una pequeña central de de- tección y extinción, si procede, con sus detectores de los distintos tipos, pulsadores manuales, sirenas, etc.... En una pequeña caseta con fuegos confinados se pue- den probar los extintores automáticos y su generosidad en el funcionamiento y extinción. Armario para familiari- zación con extintores en el exterior. Combustible: papel de archivo o reac- tivos almacenados en frascos de cristal de laboratorio
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