Seguritecnia 346
Actualidad gos: filtros con mangas (de desempolvado y de proceso), siempre presentes si hay polvo; silos de grandes volúme- nes; molinos y elevadores de cangilones, que causan ex- plosiones y son los más habituales. Prevención y protección En cuanto a la prevención y protección de explosiones, De Gea aseguró que “hay muchas empresas que están invir- tiendo en esto pero todavía queda mucho por hacer”. Para prevenir es necesario llevar a cabo una serie de actua- ciones destinadas a evitar que se inicie la explosión evitando la coexistencia de Atex y la fuente de ignición. Y en cuanto a la protección, serán necesarias actuaciones destinadas al control de los efectos de la explosión controlando llamas y presión. Toda empresa debe tener un criterio de actuación, es de- cir, conocer la explosividad de la sustancia (si disponemos de varias se tomará la más peligrosa); identificar equipos con riesgo, prioritizando la prevención y protección en función de su probabilidad de fallo y la coexistencia con Atex; evaluar económicamente el coste de las medias que se van a adoptar (inversión versus mejora de la seguridad) y en función de todo ello, definir las prioridades. “Cuando conocemos las Atex, el empresario tiene la obligación de evitar la formación de atmósferas explosivas, evitar la ignición de Atex y los efectos dañiños de la explo- sión”, comentó De Gea. Existen una serie de estadísticas por sectores de explo- siones de polvo para tener en cuenta qué riesgos hay que vigilar. Una industria maderera tiene más accidentes de polvo (un 33%); le sigue la de metales con un 17%, la de ali- mentación (14%), papel (12%), plásticos y cauchos (11%), textil (7%), carbón (4%) y químicos (2%). El responsable del curso también se refirió a la necesi- dad de conocer la existencia de recipientes y equipos con riesgo de explosión (elevadores, silos, filtro de mangas, de- pósitos, cisternas, mezcladoras…). “Hay que saber y en- tender cómo se forma una atmósfera explosiva para saber dónde se puede crear”. Lo primero es ver qué sustancia tenemos y para eso ha- cemos una evaluación del riesgo, comprobando con una serie de parámetros la sensibilidad a la inflamación de los gases o de los sólidos, la severidad y la sensibilidad a la ex- plosión. Además, planteó los principales equipos con ries-
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