Seguritecnia 346
27 SEGURITECNIA Noviembre 2008 XXVII Convención Nacional de Directores de Seguridad de CECA continuada del personal en las instalaciones, del tipo de desempeño al público más o menos expuesto, etc. Se hace imprescindible la existencia de un método de evaluación del riesgo de atraco singular habida cuenta también de la singularidad que el atraco tiene como riesgo para los trabajadores del sector financiero. En este trabajo propongo un método de evaluación ya implantado en alguna entidad financiera hace más de 4 años. c) Combatir los riesgos en su origen. Principio que nos habla de la necesidad de combatir las causas que motivan el riesgo. En nuestro caso diremos que el objetivo es que el atracador no entre en la sucur- sal. Para ello debemos implementar medidas disuasorias para el atracador. Debemos conseguir que al atracador no le resulte atractivo el atraco. Entiendo que la única forma que hay para lograr esto es disminuir el atractivo del atraco que la sucursal tiene para el atracador. Dicha expectativa respondería a la ecuación de botín que puedo obtener dividido por las di- ficultades para obtenerlo. En la medida que seamos capa- ces de disminuir el numerador de esta razón e incremen- temos el denominador, menos atractiva será la sucursal para el atracador. Para ello debemos idear medidas en lí- nea con otros principios preventivos. d) Tener en cuenta la evolución de la técnica. Si aparecen en el mercado cámaras conectadas a equipos de grabación digital que pueden verse de forma remota a través de una red informática estaremos poniendo la técnica al ser- vicio de la disuasión porque los “malos” lo saben. Si eliminamos el búnker y ponemos modernos dispen- sadores-recicladores de efectivo, que evitan la manipula- ción del dinero a la vista del público, dosificándolo y que hacen con ello disminuir, como decíamos antes, la expec- tativa de botín al atracador estaremos aprovechándonos de la técnica también. e) Adoptar medidas que antepongan la protección co- lectiva a la individual. Consiste el principio en la instalación de medidas de se- guridad genéricas que garanticen por igual la seguri- dad de todas las personas de una Oficina y no solamente a una de ellas (ejemplo de algunas “jaulas” para el cajero frente a la total desprotección del resto de empleados). Cabe aquí hacer una alusión a que la implantación de medidas de seguridad deberá efectuarse siguiendo es- tos principios preventivos y bajo criterios de universali- dad, todo ello sin perjuicio de que la normativa de Seguri- dad Privada sólo establezca la obligación de determinadas medidas de seguridad para sucursales ubicadas en pobla- ciones de más de 10.000 habitantes.
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