Seguritecnia 347

Entrevista SEGURITECNIA Diciembre 2008 21 Lo que hay que hacer es mejorar los sistemas vía tecno- logía para que pasemos de un 95% de falsas alarmas y 5% de verdaderas, a lo contrario. Y además, lo que creo que pueden hacer es acordar con sus clientes y entre ellas la “ lex artis” , es decir, la norma de funcionamiento en cuanto a protocolo de comprobación o verificación. Lo tiene que hacer el sector, y no la Administración en forma de norma de obligado cumplimiento, porque es una responsabilidad suya que tiene que asumir: la elaboración de un posible protocolo en el que podemos colaborar. Luego, como visión general, el sector tiene que renovar la calidad del servicio que presta y que sea aquel que sea el que le han comprado sus clientes, y no creo que la san- ción sea como consecuencia de la mala inversión o in- necesario uso de recursos públicos de seguridad en una materia de comprobación de una falsa alarma. Eso es un argumento que hay que poner en juego porque cuando una dotación policial va a hacer una comprobación, la Administración está asumiendo una responsabilidad grande, no sólo en cuanto a que malgasta recursos, sino en cuanto a que asume una responsabilidad en el despla- zamiento y en la misma comprobación. Pero es que ade- más si el 95% de las alarmas comprobadas son falsas es que lo que se está instalando no corresponde a lo que se ha comprobado. O dicho de otra manera, lo que no puede ocurrir es que vía servicio privado lo que se esté vendiendo realmente es un servicio público. Creo que eso no es correcto. -Se han dado casos de que en algunas CRA, ante el miedo a una sanción, no se ha comunicado una alarma, por acumulación de multas, y así se están produciendo omisiones... ésta sea una fórmula que nos permita responder a las ne- cesidades de seguridad con más calidad y mayor seguri- dad jurídica. - A las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les está costando mucho atender las alarmas -que en un altísimo porcentaje son falsas- y a las CRA las nume- rosas multas, algunas de enorme cuantía debido a la diversidad de criterios, según que provincias o Comu- nidades Autónomas. Eso ha dado lugar a que en los anteriores años se hayan organizado distintos foros para tratar exclusivamente este tema. Todas las par- tes han llegado finalmente a la conclusión de que es un tema que hay que arreglar, pero hasta la fecha no se arregla ¿Qué opina al respecto? La visión de la Unidad Central en materia de falsas alar- mas es que un sistema de alarma es algo tecnológico, más o menos avanzado, que se contrata a una empresa de seguridad para sentirse más seguro y para que fun- cione cuando se produzca un riesgo. La empresa debe vender un producto que responda a las necesidades de ese cliente y además debe darle el soporte técnico y hu- mano y la posible respuesta, que es para lo que está el sis- tema de alarma. Y además convendría que a su cliente le instruyese adecuadamente en cuanto al funcionamiento de ese sistema para que no se generen problemas, y es- tableciese con él un contrato por mal funcionamiento. Esto sería un esquema general pero lo que sucede es que ante la activación de una alarma, lo que establece la ló- gica es comprobar si se ha producido por un mal uso del sistema o por una alerta que está ocurriendo. Si es el se- gundo caso, no hay ningún problema, pero en el pri- mero, cuando el sistema salta como consecuencia de un mal funcionamiento o mal uso (a lo que se le añade que quien tiene el control de esa alarma no verifica el evento) da lugar a una intervención pública innecesaria. El comisario Gándara puso especial interés en las fotografías junto a los “Z” , por ser éstos los que más sufren las falsas alarmas.

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