Seguritecnia 348
42 SEGURITECNIA Enero 2009 TROFEOS DE LA SEGURIDAD TROFEOS DE LA SEGURIDAD XXII Edición XXII Edición ASÍ OPINAN LOS PREMIADOS Desde las Asociaciones Profesionales, hace años que se viene reivindicando una carrera profesional para los pro- fesionales de seguridad. Cuando decía que “otras segu- ridades” nos han sobrepasado me refería a las oportuni- dades que hemos perdido en temas tan o más acuciantes para las empresas que la propia seguridad. Me refiero a la seguridad informática, prevención de riesgos laborales, gestión de riesgos, medio ambiente, etc. Es decir, la fi- gura del gestor de Riesgos reconocido por el sistema edu- cativo, muy rentable para las empresas. También la falta de cultura de seguridad en las medianas empresas hace que los jóvenes profesionales que han optado por este sector tengan muchos problemas para acceder a puestos relevantes y los vigilantes, que son la base del sector, es- tán cada vez más desmotivados y, exceptuando casos ex- cepcionales, preparados para dar el salto ante cualquier oferta mejor, ya que la Ley 23/92 produjo en ellos un au- téntico cambio en dos cuestiones fundamentales que aún no han superado: a) Dejaron de ser considerados agentes de la autoridad y, además, se les desarmó en el sentido literal de la palabra. A partir de ese momento, el vigilante se sintió “desnudo” y aunque sabe que tiene unas fun- ciones que cumplir, se limita a realizarlas como las cumple el portero o el personal de mantenimiento. b) Aunque se ha regulado su formación, el sistema no parece motivarles, ya que al no producirse la incor- poración inmediata al mundo laboral, el aspirante se aburre y consecuentemente abandona, encami- nándose hacia otros sectores. Quizá fuera conve- niente que la formación se impartiera en escuelas policiales para que el alumno se integrara en el concepto de seguridad. En definitiva, la percepción general que he tenido como usuario es que el antiguo vigilante jurado quizá es- taba menos preparado y especializado que el actual, pero parecía más profesional, disciplinado e implicado en su cometido. - ¿Qué le parece recibir este trofeo? Siento una gran satisfacción por el reconocimiento que se hace a mi vida profesional, pero mi agradeci- miento es doble, sabiendo que este premio me lo otorga la revista por excelencia del sector, y que mi elección ha sido realizada por un jurado integrado por profesionales a los que, aprovechando la oportunidad que me brinda Seguritecnia, les hago llegar mi respeto y consideración por haberme considerado digno de recibir tal distinción entre tantas personas dignas de tal mención. 80 cuando, como he dicho antes, me nombraron jefe de la Sección de Seguridad Privada de Barcelona, ya que mi trabajo diario me proporcionó un conocimiento pro- fundo del sector y de las personas que lo formaban. No obstante, mi integración definitiva tuvo lugar en el año 1989, cuando solicité la excedencia del Cuerpo Nacional de Policía para formar parte de la División de Seguridad del COOB’92 como responsable del Proyecto “Recursos Humanos para la Seguridad”, donde entre otras funcio- nes, me correspondió la misión de integrar las empre- sas de seguridad en las instalaciones olímpicas. Al finalizar los JJ.OO ., determinadas ofertas precipi- taron mi pase voluntario a la situación de Segunda Ac- tividad. Tras un paso previo por un Centro de Forma- ción, en el año 1998 acepté la oferta de la empresa So- ciedad General de Aguas de Barcelona, S.A. donde permanecí como director de Seguridad hasta mi jubila- ción el pasado mes de septiembre. En el año 1996, junto a otro grupo de profesionales, creamos la Asociación de Directivos de Seguridad In- tegral (ADSI), de la que fui presidente y soy socio fun- dador. Respecto a la cuestión de cómo creo que ha evolucio- nado la Seguridad Privada en nuestro país, pienso que el mundo tan industrializado en el que nos movemos, la apertura de fronteras, el considerable aumento de ban- das organizadas, el nuevo terrorismo, etc. han exigido y seguirán exigiendo seguridad a todos los niveles. Por lo tanto, las cifras de facturación y los recursos huma- nos seguirán creciendo. Es más, considero que en estos momentos de profunda crisis económica general, quizá sea la seguridad el sector que menos padezca sus conse- cuencias, ya que todos sabemos que las crisis conllevan inseguridad. Pero también observo que nos hemos que- dado anquilosados y otras “seguridades” nos han sobre- pasado. Si vuelvo la vista atrás, no encuentro grandes diferencias entre los años 80 y los actuales, salvo en la formación de los profesionales de seguridad que, de to- dos modos, no ha respondido a las expectativas que se depositaron en la nueva legislación y el natural avance tecnológico de los sistemas electrónicos de seguridad, especialmente los de videograbación. - ¿Cree que es bueno el nivel de los profesionales de este sector? Pienso que es extraordinario porque no creo que exista otro sector donde se hayan conseguido metas económi- cas tan importantes por unos pioneros entusiastas, en su mayor parte autodidactas. Pero es evidente que este no debe ser el camino.
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