Seguritecnia 348

Entrevista 74 SEGURITECNIA Enero 2009 Ξ Internacionalizar la asociación, es decir, lograr impor- tantes vínculos de relación con asociaciones nacionales de otros países, al objeto de conocer sus actuaciones, inquietudes, legislaciones, etc., y poder así mejorar en lo posible nuestras funciones y ordenamiento interno. La globalización de las empresas para las que trabaja- mos y de la delincuencia, en general, nos obliga a cono- cer, con mucha frecuencia, los requerimientos de segu- ridad existentes en otros países. Desde ADSI, en cuanto logremos avanzar como esperamos en este objetivo de “internacionalización”, podremos prestar a nuestros asociados una importante función de contacto y cono- cimiento con el mundo de la seguridad del país con el que precisen establecer relación o conocer su norma- tiva e incidencias. Ξ Fomentar la función directiva de nuestros asociados, al objeto de poder ofrecer a las empresas en las que desa- rrollamos nuestra tarea un importante valor añadido, que ayude a nuestra correcta ubicación dentro de los organigramas internos y, además, que nuestros respon- sables sean conscientes de la aportación real de valor que nuestras funciones pueden aportarles. Hemos de lograr, de una vez por todas, el dejar de ser el simple “responsable de las alarmas y de los vigilan- tes”, para desarrollar función de Directivos Responsa- bles de la Seguridad, que analicemos y gestionemos to- dos y cada uno de los riesgos de la actividad de nuestras empresas relacionados con la seguridad; que dirija- mos plantillas de técnicos y profesionales del mayor ni- vel; que tengamos como objetivo básico el de ayudar a nuestras entidades a minimizar los impactos por ma- terialización de dichos riesgos y, por ende, a mejorar su rendimiento económico y su reputación en el mercado. Ξ Fomentar la mayor formación profesional del Direc- tivo de Seguridad (directivo/director/jefe/responsable), puesto que tan sólo con el mayor y mejor nivel posible ramos que las Administraciones han de tenernos pre- sente en sus actuaciones y consultas. Ξ Romper con la creencia generalizada que nos asimila a una asociación de profesionales de la Seguridad Privada de ámbito regional catalán, cuando por nuestros esta- tutos, distribución territorial de asociados y de nuestras actuaciones, se pone de manifiesto que somos una aso- ciación de carácter nacional, con sede en Barcelona, eso sí es bien cierto, pero con objetivos (estatutarios y de vo- luntad de junta) de actuación en/por/para toda España. Ξ Aunar esfuerzos para que no se continúe difuminando el sector de los profesionales de la seguridad con la con- tinua creación de asociaciones de ámbito sectorial y/o regional dentro de los diversos campos en que se crean. Con todo nuestro cariño y respeto hacia ellas, consi- deramos que lo que se hace es limitar la capacidad de actuación a nivel nacional, cuando, recordemos, la le- gislación en materia de seguridad privada proviene del gobierno central y, en estos momentos, tan sólo en Ca- taluña y País Vasco tienen competencias propias de eje- cución de dicha normativa. Hemos de aunar esfuerzos para disponer de un mí- nimo número de asociaciones de ámbito nacional, lo más robustas y activas posibles, con la mayor represen- tación en número de profesionales, funciones y sectores que se pueda conseguir. Sólo así lograremos una capacidad de trabajo, repre- sentatividad e imagen de unidad ante las Administra- ciones que en absoluto conseguiremos con la actual dispersión de asociaciones de ámbitos limitados a una parte del territorio nacional o funciones concretas den- tro de la seguridad. Y esa asociación nacional fuerte que propugnamos, ¿por qué no puede ser ADSI, que estatutariamente da cabida a todos los profesionales diferenciados de la se- guridad –directivos de Seguridad, jefes de Seguridad y directores de Seguridad- y no limita a tan sólo alguno de ellos o de sus sectores? Cierto es que cuando tienes la sede en una zona con- creta lo lógico es que la mayoría de asociados sean del entorno de la misma, puesto que es en ella donde se realizan la mayoría de actividades de la asociación. El modelo antes comentado, de una asociación nacio- nal con delegaciones territoriales, podría romper esa si- tuación. Así, esa potente asociación nacional dispon- dría de delegaciones propias regionales, también fuer- tes y con una importante capacidad de actuación, para que los asociados de su zona se sientan integrados en los objetivos y reivindicaciones de la asociación. No es nada fácil, bien cierto es, pero entendemos que estamos en la obligación de intentar conseguirlo y para ello vamos a intentar dedicar los esfuerzos precisos.

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