Seguritecnia 350

19 SEGURITECNIA SUPLEMENTO Marzo 2009 ARTÍCULO TÉCNICO evitar una sudoración excesiva en ambien- tes cálidos y aislante térmico en ambientes fríos. La suela debe aislar térmicamente al pié del terreno, evitando la transmisión de calor en verano y de frío en invierno. Una buena plantilla puede mejorar consi- derablemente el confort del calzado. Debe ser blanda y con cierto espesor para pro- porcionar una buena distribución de pre- siones en la planta del pie y evitar la apa- rición de zonas sobrecargadas. Además de transpirable conviene que sea absorbente para evitar la acumulación de humedad en el interior del calzado. Calzado para Fuerzas de Seguridad En el caso de las Fuerzas de Seguridad (Guar- dia civil, Policía, Seguridad Privada) las activi- dades realizadas varían considerablemente dependiendo del puesto. Se requiere un cal- zado que se adapte al movimiento del pie al caminar, correr, conducir o realizar determina- das posturas forzadas (rodillas, cuclillas). Determinados puestos implican largos periodos de permanencia en pie, con fre- cuencia a la intemperie, lo que genera so- brecargas y fatiga en los pies, además de la aparición de molestias en piernas y espalda. En otros casos, las marchas durante periodos prolongados pueden ocasionar molestias en el talón debido a los impactos repetidos en esta zona. Se trabaja tanto en interior como exterior. En algunos casos, el pie se ve some- tido a severas condiciones ambientales (frío, calor y lluvia) que deben considerarse al ad- quirir el calzado y que además contribuyen a deteriorarlo más rápidamente. Calzado para industria y construcción En la industria y la construcción (peones, técnicos, mecánicos, operarios, albañiles, conductores) los riesgos laborales son ele- vados. En casi todos los puestos de trabajo el calzado requiere incorporar elementos de protección. Los trabajadores se ven someti- dos a condiciones de trabajo diversas que incluyen con frecuencia posturas forzadas (torsiones, estiramientos, flexiones o incli- naciones). El calzado debe facilitar estas so- licitaciones, sin suponer una limitación que disminuya el rendimiento del trabajador. Son frecuentes los desplazamientos largos o la permanencia en pie durante largos pe- riodos, así como tener que salvar desniveles o circular por diferentes tipos de superficies, en ocasiones irregulares. Esto genera con frecuencia molestias asociadas a los impac- tos que recibe el talón que pueden derivar en molestias lumbares. La presencia de distintos tipos de conta- minantes en el suelo es frecuente (grasas, aceites, partículas, agua…) siendo las caídas por resbalón los accidentes más frecuentes. Los ambientes de trabajo pueden conllevar condiciones ambientales extremas, ya sean de frío o de calor. Calzado sanitario En el ámbito sanitario (médicos, ATS, auxilia- res, celadores, limpiadores) los profesionales realizan desplazamientos continuos, tránsito por escaleras y, en determinados puestos, el transporte de cargas o pacientes. Otros puestos implican largos períodos de perma- nencia en pie, lo que supone la aparición de molestias en la planta del pie y en la espalda, sobrecarga de la planta del pie, además de hinchazón y fatiga en los pies. Es frecuente la presencia de agua y otros contaminantes en suelos lisos, por lo que la resistencia al resba- lamiento es un atributo esencial. Además, el calzado está sometido a un uso exhaustivo en presencia, muchas veces, de productos que lo deterioran y desgastan. Por lo general, la jornada transcurre en am- bientes interiores, cerrados y, en ocasiones, con cierta humedad; las temperaturas no son críticas, pero hay que evitar la acumula- ción de sudor en el calzado. Calzado para mantenimiento urbano En este ámbito (jardineros, limpieza urbana, empleados en la recogida de residuos) apa- recen con frecuencia las posturas forzadas (torsiones, cuclillas o estiramientos), la ma- nipulación de cargas o de maquinaria y la conducción de distintos tipos de vehículos. Son frecuentes lo desplazamientos largos, así como tener que salvar desniveles u obstácu- los o circular por diferentes tipos de superfi- cies, a menudo irregulares. Con frecuencia aparecen molestias en los pies ocasionadas por impactos producidos en la zona del talón, que pueden incluso afectar a la espalda. El ambiente es exterior, tanto terrenos urbanos como naturales. Por ello, las con- diciones climáticas pueden ser severas (frío, calor, lluvia, humedad…). La presencia de distintos tipos de contaminantes en el suelo es frecuente: agua, restos orgánicos, elemen- tos peligrosos (hierros, cristales). Todo ello ocasiona problemas de desgaste, deterioro del calzado y adhesión de restos a la suela así como la penetración de suciedad y residuos en el interior. Calzado para forestales Por lo general, estos profesionales ( vigilan- cia forestal, extinción de incendios, limpieza de montes) transitan por terrenos naturales, irregulares y frecuentemente escarpados, pedregosos y con broza, lo que dificulta la marcha y supone un sobreesfuerzo con- tinuo para los pies que acaba por causar molestias. Además, estas condiciones con- tribuyen a deteriorar más rápidamente el calzado con la consiguiente pérdida de sus

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