Seguritecnia 351
Centrales Receptoras de Alarmas SEGURITECNIA Abril 2009 35 miento. Nombre a alguna persona para este cometido. ▪ Establezca claramente con la CRA los procedimientos a seguir por ambas partes. ▪ Determine las personas que atenderán las llamadas en caso de alarma y notifique a la central cualquier cam- bio de las mismas o de sus teléfonos. ▪ Recuerde las claves, tanto de conexión y desconexión del sistema como la palabra clave con la central recep- tora, y no las comparta con otras personas. Cada per- sona puede tener sus claves, de esta forma la central puede identificar a cada una separadamente. Toda per- sona que pueda acceder sola al recinto tiene que tener sus claves. ▪ No establezca conversaciones que digan provenir de una CRA sin el intercambio de las palabras clave co- rrectas. ▪ Solicite un cambio de claves si sospecha que han po- dido llegar a conocimiento de terceros. ▪ Si tiene que trabajar en su empresa personal fuera de horas, asegúrese de que dispone de claves de acceso para desconectar y conectar el sistema y de palabra clave con la CRA. ▪ Compruebe el estado de ventanas, accesos y la presen- cia de elementos móviles antes de conectar el sistema. ▪ Conecte siempre el sistema de seguridad aunque la au- sencia sea corta. ▪ No consuma los tiempos de salida y entrada una vez conectado el sistema y, en el caso de generar involunta- riamente una alarma, desconecte el sistema y espere la llamada de la CRA. No abandone el recinto. ▪ Preste especial atención a la activación fortuita de los pulsadores de atraco o pánico. Si esto sucede, avise in- mediatamente a la Central Receptora. ▪ Avise a la central o al servicio técnico si va a tener ani- males domésticos en el recinto bajo protección. ▪ Avise a la CRA en los casos de averías o reparacio- nes de las líneas telefónicas y de cortes prolongados de energía eléctrica. ▪ Comunique la existencia de obras en locales colindantes. La observación de éstas o similares reglas por parte de los usuarios será de gran ayuda para disminuir los efec- tos de lo que podríamos llamar el mal de las falsas alar- mas que está poniendo en peligro la eficacia de las fuer- zas de reacción en caso de alarmas reales e, incluso, la viabilidad de las propias CRA. Por otra parte y, como defensores de la prevención y la farmacopea en casos de enfermedad, también sería de- seable la aparición de una nueva normativa por parte de la Administración que definiera protocolos de diagnós- tico y recetas legislativas acordes con los tiempos y es- tándares europeos, que contribuyeran a la mejora de la situación. El usuario Finalmente queda el usuario. ¿Toma éste las medidas oportunas para disminuir las falsas alarmas? Por des- conocimiento de qué hacer en unos casos, por falta de atención en otros, desde nuestra experiencia afirmamos que en este aspecto se puede mejorar, y la vía de mejora tiene que venir a través de la información. El usuario, al decidir poner un sistema de seguridad y conectarlo a una CRA adquiere unas responsabilida- des, con la sociedad y consigo mismo o con su compañía. Debe realizar un uso correcto que garantice su eficacia, no ponga en peligro a terceros, ni malgaste la utilización de los medios públicos. Por otra parte, está obligado a cumplir con la legislación de Seguridad Privada que con- templa sanciones para aquellos que la desatienden. Así, se contempla como infracción la contratación con em- presas que no estén habilitadas para llevar a cabo servi- cios de Seguridad, incluida la instalación y el manteni- miento, la conexión de marcadores directos a la Policía, la utilización de elementos que provoquen daños o mo- lestias a terceros, la no instalación de medidas de seguri- dad allí donde son obligatorias, etcétera. Niscayah, con el fin de concienciar a sus clientes, ha elaborado unas reglas de buen uso de los sistemas que se resumen a continuación: ▪ Siempre contar con medios que permitan la verifica- ción de las señales de alarma desde la Central Recep- tora (por ejemplo cámaras de CCTV) y contratar un servicio de acuda (custodia de llaves). ▪ Exija una completa y clara explicación del funciona- miento de su sistema. ▪ Asegúrese de que tiene un contrato de mantenimiento del sistema y que las revisiones se realizan con el rigor necesario, quedando registradas en el libro de manteni-
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