Seguritecnia 354

Artículo Técnico 100 SEGURITECNIA Junio 2009 tiempo, así que tengámoslo en cuenta. Algunos puntos en el hogar merecen especial atención, todos aquellos que pueden producir accidentes más graves como son las ven- tanas, la bañera (quemaduras y ahogamiento), medica- mentos, productos químicos, enchufes, y objetos cortantes y punzantes. Sumemos lo leído anteriormente a estos cui- dados de los pequeños. Peligro en la calle Aunque nos faltan por enumerar muchos de los riesgos en el hogar, pasemos a la calle y comencemos por montar en un ascensor seguro y con las revisiones al día, unas esca- leras con escalones que pueden estas mojados, las obras sin señalizar en la vía pública, los pasos de cebra que no se respetan, los conductores agresivos, el perfecto estado del vehículo en el que montamos, el estar pendientes de que no nos roben la cartera o el bolso, el dejar el coche en un garaje con vigilancia… y así llegaremos con suerte sin novedad hasta el trabajo, donde volvemos a encontrarnos con los mismos riesgos que en nuestra casa, si no más, y además estaremos viviendo con la lucha en el trabajo y por el trabajo, por la seguridad de éste y de la empresa a la que servimos, las envidias y las competencias de unos y otros, hasta llegar la hora de terminar la jornada laboral y de ahí para casa donde nos gusta tener tranquilidad, pero donde nos encontramos con seguir en la lucha diaria con los hi- jos, la pareja y los retos de cada día. Asegúrese de que sus tarjetas de viaje, sus billetes de tren y avión incluyen un seguro y, en resumen… viva tan sólo para estar seguro de tenerlo todo asegurado y tener todas sus pertenencias a buen recaudo. En su empresa, asegure las operaciones comerciales, a sus empleados en la Seguridad Social y téngales un seguro de vida y otro de salud. Asegure su negocio, sus locales Acordémonos de otra póliza que nos asegure un buen abogado y apuntémonos a esas compañías que nos hacen los recursos de las multas, y de paso que nos hagan el enésimo seguro por si nos retiran el carnet de conducir. Pero mejor si vivimos cerca de la comisaría o el cuartel de la Guardia Civil, si es un pueblo que lo tenga. Fijémonos en que nin- guno de los vecinos tiene la misma cara que las de las fotos que se publican de los terroristas, además de cuidar de que no sean pederastas o pedófilos, y en su caso cuidar de que no se acerquen a nuestros hijos. Asegurarse de que no se vende droga en la puerta del colegio que pagamos y de que nuestros hijos no se junten con malas compañías, de que no beban en exceso y si conducen, no prueben el alco- hol, que usen los condones, que si el sida y los em- barazos, que si los secuestros exprés, que si las des- apariciones de niños,... Aseguremos el ordenador de nuestros hijos me- nores para que no tengan contactos con extraños, y un filtro para que no entren los más pequeños en páginas de sexo y violencia. Limitemos el teléfono a los 803. Proporcionar a los hijos un lugar en el que puedan cre- cer y sentirse seguros es una ambición que persiguen to- dos los padres. Sin embargo, cualquier hogar común que no se haya adaptado a las necesidades de los pequeños es una fuente de peligros que no se pueden obviar. La seguridad total no existe. Cada año, alrededor de 120 niños menores de 14 años pierden la vida en nuestro país por accidentes domésticos, principalmente en las cocinas, baños, y de ocio, sin con- tar con las víctimas de accidentes de tráfico. Sabemos que la seguridad total no existe y sería iluso decir que se pue- den evitar los accidentes. Sumemos estos riesgos a los an- tes mencionados. En los hospitales, por cada muerto hay 160 ingresos y 2.000 urgencias atendidas. Tenemos que encontrar el punto de equilibrio entre la vigilancia activa de los pequeños y la autonomía para que realicen tareas por sí mismos. Vigilar sin cohibir y sin proteger en exceso. Parte de la solución es convertir nues- tra casa en un hogar seguro, modificándola para poder de- jar al niño más autonomía que cuando la casa está llena de peligros. Los menores de cuatro años son los más vulne- rables, especialmente los varones. Dicen los expertos: “La base del desarrollo motor y psíquico del niño es crucial: la curiosidad, la falta de previsión del peligro, la falta de ex- periencia…hacen que los niños a estas edades tengan mu- cho mayor riesgo. De todas las estancias de la casa, la ha- bitación más peligrosa es la cocina, seguida del baño. Pero los lugares en los que más accidentes infantiles se regis- tran son el comedor y el dormitorio, donde pasan más

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