Seguritecnia 355

32 SEGURITECNIA Julio - Agosto 2009 “LA SEGURIDAD PRIVADA EN CATALUÑA” Antonio Valverde, vicepresidente de la Federación Catalana de Formación. La formación de calidad como valor añadido para las empresas ‘La formación en Seguridad Privada en Cataluña’ Los centros de formación han te- nido que superar una fase de innova- ción constante. Desde la aparición de los primeros, que “trabajaban de una forma muy genérica”, hasta la actuali- dad, han tenido que ir superándose eta- pas en las que la especialización ha ido cobrando mayor importancia. Hoy día los centros se han adecuado a sectores concretos y la formación se conceptúa como una “Gestión del conocimiento”. De esta forma somera describió Antonio Valverde, vicepresidente de la Federa- ción Catalana de Formación, el cambio que han experimentado las academias de formación en los últimos años. “A lo largo de esta andadura, los centros he- mos adquirido experiencia, conocemos las necesidades del sector, los perfiles de la gente que accede y empezamos a gestionar todo el conocimiento para que los profesionales puedan aplicar to- dos los conocimientos en su trabajo”. A medida que los centros se han ido especializando ha sido necesario encon- trar docentes adecuados para cada tipo de formación, en ocasiones una misión complicada ya que “los profesores per- tenecían a las Fuerzas y Cuerpos de Se- guridad y no estaban acreditados; otras veces había barreras burocráticas que también impedían contar con ellos, y otras [el obstáculo] eran las necesidades de tener herramientas para poder llevar a cabo estos cursos”, señaló Valverde. Ese proceso de evolución también se ha traducido en la necesidad de ade- cuar los métodos de trabajo para hacer de los centros un “referente y en mu- chos casos consultores para las empre- sas y el personal de seguridad”. Se ha conseguido que haya una comunica- ción “muy estrecha en el sector”, que ha otorgado a las academias “una riqueza enrome”. Valverde reivindicó los progresos con- seguidos y el esfuerzo de los centros de formación para llegar a la actualización y especialización que poseen en la ac- tualidad. “En muchos casos se nos ve como empresas que damos formación a operarios y no es así. Abarcamos mu- chos niveles de la empresa y para ello hemos tenido que constituir unos equi- pos de investigación y desarrollo que no paran”, reivindicó. Para refrendarlo, puso como ejemplos los cursos de escoltas especializados en violencia de género o de igualdad de oportunidades; en defi- nitiva “cursos nuevos que se han tenido que diseñar, a los que se ha incorporado tecnología y una metodología”. El valor de la formación El vicepresidente de la Federación Cata- lana de Formación sostuvo que existen dos modelos de empresa: una “no com- petitiva”, cuyo objetivo es el de produ- cir y no demanda formación; y otra la “competitiva”, que se especializa para mejorar sus servicios y basa su desarro- llo en la formación de su personal. Sobre la primera, Valverde considera que “no tienen valor, porque tienden a desaparecer en el futuro; son empresas que tienen una vida corta”. Por el con- trario, las competitivas “se posicionan y normalmente tienen un crecimiento”. Es en estas últimas en las que lo centros de formación apuestan. La formación es por tanto un valor que está sujeto a la visión de la com- pañía que la recibe. “La formación sirve para motivar, para hablar el mismo len- guaje dentro de las empresas, para fide- lizar, para que las personas tengan se- guridad a la hora de desarrollar su tra- bajo”, expresó Valverde. Desde su punto de vista, este tipo de educación es una inversión, “porque al fi- nal se traduce en beneficios para todos”. Por ejemplo, aumenta el valor añadido de las organizaciones, ya que las prepara para afrontar nuevos retos, la diferencia de su competencia y mejora su profesio- nalidad y el reconocimiento público. “En tiempos de crisis es cuando más hay que invertir en formación”, concluyó. Por otro lado, para que las compañías rentabilicen la formación, Valverde pro- puso la creación de departamentos de Recursos Humanos, en los que las per- sonas sean “la unidad esencial de la em- presa”. La formación tiene que darse en todos los niveles de la empresa y tiene que haber una evaluación y segui- miento de dicha formación, algo que en muchos casos no se hace, según el representante de la Federación Cata- lana de Formación. Para concluir, Valverde aportó varias consideraciones para el futuro, como la necesidad de que la formación sea continuada durante la trayectoria de los profesionales y la revisión de la nor- mativa en materia de formación, que desde su punto de vista es “muy pobre”.

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