Seguritecnia 355
Desde el comienzo hasta el día de hoy, la evolución de los sistemas de seguridad así como de la propia Central Receptora de Alarmas es más que evidente. La constante profesionalización de nuestros operadores, la adaptación a nuevas tecnologías y las demandas de los usuarios hace que la formación y actualización tecnológica de éstos sea constante, ya que hemos pasado de operadores que se limitaban a recepcionar y tramitar alarmas, a técnico- operadores, que además de eso dan apoyo al usuario explicando el manejo y utilización de su sistema en cualquier momento que lo necesite. Gracias a esta formación y experiencia, son capaces de distinguir, dependiendo de cómo sea la señal recibida o la secuencia de las mismas de identificar, si es real o falsa, haciendo que se haya rebajado sustancialmente la comunicación de falsas alarmas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La gran amenaza para el sector en estos días son las empresas que se lanzan al mercado con el único objetivo de coger volumen en la central receptora de alarmas sin impor tarles si venden un sistema de seguridad o una “caja con sirena”. Esto lleva consigo una mala imagen de cara al cliente y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que estos equipos provocan más de la mitad de las falsas alarmas existentes, con el correspondiente endurecimiento de las sanciones para todo el sector. Si a esto le añadimos la poca o nula eficacia de estos sistemas, llegamos a la conclusión de que son una verdadera amenaza en todos los sentidos. La evolución de la vigilancia física desde sus inicios ha sido muy grande. La legislación ha provocado grandes cambios de mejora. La vocación profesional de los antiguos Vigilantes Jurado era grande, había una gran colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los Vigilantes tenían autoridad en el desempeño de su trabajo y sopor taban las dificultades de las largas y solitarias jornadas. La sociedad y los clientes en par ticular sí eran conscientes de la función que desempeñaban. En la actualidad, el Vigilante de Seguridad ha evolucionado muchisimo gracias a la formación continuada que se realiza. Además, cabe señalar que es la propia sociedad la que demanda cada vez más un profesional cualificado y formado. Realmente, es un trabajador en constante formación, con conocimientos de tecnología para poder usar todos los medios de seguridad electrónica que debe utilizar para el correcto desempeño de sus aptitudes en el puesto de trabajo. La seguridad física ya no se concibe prácticamente sin el complemento de la seguridad electrónica, en constante desarrollo tecnológico. La sociedad en general, el mercado total, nuestros clientes, llegarán a tener profesionales con un alto valor añadido a los nuevos tiempos de la seguridad integral. El esfuerzo en la formación será lo que diferencie a las empresas. Los próximos años serán vitales para la adaptación y la selección. El mercado seleccionará a los profesionales que hayan sabido adaptarse y promocionar como exper tos en Seguridad, según los requerimientos de la sociedad tecnológica en la que estamos inmersos JOSE Mª. SANCHÓN SÁNCHEZ, FERNANDO LUCAS JIMÉNEZ, jefe de Sala de la C.R.A jefe de Seguridad. Llega a la empresa en el año 1988. En abril de 1992, se concede la autorización por parte del Ministerio del Interior para la explotación de la Central Receptora de Alarmas y pasa a ser el jefe de Sala de la misma. Llega a la empresa en el año 1991. Después de dos años, promociona y obtiene el título de Jefe de Seguridad.
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