Seguritecnia 356

80 SEGURITECNIA Septiembre 2009 de la instalación para la protección del riesgo. Para ello, se realiza una evaluación del riesgo en su conjunto y se clasifica en función de lo indicado por la norma de diseño en vigor. Este análisis se realizará en tres bloques: ▪ Análisis de las actividades y usos pre- sentes: Se identifican las actividades presentes y su tipología. Estas activida- des o usos se categorizan, según lo in- dicado por la norma de diseño en vi- gor, en la clase de riesgo que les co- rresponda. Automáticamente esto implica unas características de diseño para el sis- tema de rociadores, que como es sa- bido son función de la clasificación del riesgo. También se exigen en función del riesgo unos requisitos de caudal y autonomía del abastecimiento de agua necesario. ▪ Análisis del sistema existente: Se trata de realizar una inspección visual del sistema, para verificar si aparente- mente puede ajustarse a los crite- rios de protección necesarios. Básica- mente, podrá observarse en función de la distribución de rociadores si se proyectaron como Riesgo Extra o bien como Riesgo Ordinario o Ligero. Igualmente podremos hacer una pri- mera suposición, en función del diáme- tro de la tubería instalada, sobre su ca- pacidad para transportar el caudal de agua necesario en las condiciones pedi- das por la Norma. Pueden hacerse otras observaciones, como la distancia entre rociadores y te- cho, distancia entre el rociador y la parte alta de la carga almacenada, presencia de obstrucciones, existencia de sopor- tes, y estado general de elementos. Es muy importante valorar la exten- sión de la protección. Se debe tener especialmente en cuenta la existen- cia de zonas de actividad no protegi- das, anexas al área de rociadores y no separadas por elementos de compar- timentación. En el panorama de las instalaciones de protección contra incendios nos encon- tramos cada vez con más frecuencia con sistemas de rociadores en las que el tiempo transcurrido desde su proyecto y montaje ponen en duda su eficacia. En algunos casos, estas instalaciones carecen de documentación original so- bre los parámetros de diseño, es insufi- ciente o se ha extraviado. En otros ca- sos, el uso que protegen ha variado con el tiempo y no se ajusta al con- cepto de diseño inicial. Y finalmente, el tiempo transcurrido ha podido menos- cabar la funcionalidad de la instalación, al haberse deteriorado algunos de los elementos que la componen. Por todo ello, se hace necesario pro- ceder a inspeccionar periódicamente las instalaciones de protección con- tra incendios, para verificar que pese al tiempo transcurrido se mantienen unas condiciones, tanto en la instala- ción como en el riesgo que protege, que permitan asegurar su eficacia en caso de incendio. A continuación se presenta el proce- dimiento que siguen los Servicios Téc- nicos Cepretec (Grupo Cepreven) a la hora de proceder a la inspección y eva- luación de una instalación de rociado- res automáticos, así como algunas de las herramientas utilizadas en la realiza- ción de pruebas. 1. El proceso de inspección y aceptación de instalaciones antiguas La aceptación de las instalaciones de ro- ciadores automáticos antiguas requiere de un proceso que se estructura en las siguientes fases: 1.1 Fase I: visita inicial y estudio de fia- bilidad El objetivo de esta primera visita es fun- damentalmente verificar la idoneidad Control de instalaciones de rociadores antiguas para garantizar su eficacia José Miguel Vidueira Penín ∕ Ingeniero Industrial. Cepreven. Director técnico de Cepretec, S.L.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz