Seguritecnia 356

82 SEGURITECNIA Septiembre 2009 cobertura por rociador. También es po- sible que debido a la antigüedad de la instalación el nivel de corrosión en el in- terior de la tubería sea inaceptable. En estos casos es claro que la instalación en su práctica totalidad debe ser des- montada y reemplazada por otra. La desviación de Categoría B restringe el problema a una parte o elemento de la instalación. Por ejemplo, el uso de un rociador de sensibilidad inadecuada; o bien unas bombas cuyo dimensionado no es el adecuado, o que con el paso del tiempo ya no garantizan su efica- cia. En estos casos, es posible reutilizar la instalación, sustituyendo sólo los ele- mentos en que se ha detectado el de- fecto B. Finalmente, la constatación de una desviación de Categoría C no implica una necesidad inmediata de sustitución del elemento defectuoso, ya que no va a suponer una disminución en la efi- cacia de la instalación. Sin embargo, es conveniente realizar una acción correc- tiva sobre el elemento o componente en cuestión, ya que su deterioro a me- dio plazo o su conjunción con otras desviaciones de Categoría C que pue- dan aparecer sí que pueden pasar a constituir una desviación de Catego- ría B o A. 2. Relación entre la antigüedad de la instalación y la probabilidad de fallo Recientes estudios realizados en Dina- marca sobre instalaciones de rociadores Estas circunstancias pueden hacer que el agua no llegue en las condiciones diseñadas ori- ginalmente a los rociadores. ▪ Análisis de los Rociadores: Se debe considerar también la eficacia de los rociadores instalados. Son varias las causas que pueden in- fluir sobre esto: ▪ Colmatación de los rociadores. ▪ Pérdida de sensibilidad del elemento térmico. 1.3 Fase III: informe final Los objetivos de esta fase son: ▪ Clasificar la gravedad de las desvia- ciones encontradas. ▪ Decidir si alguno de los compo- nentes o partes de la instalación es reutilizable. ▪ Definir los trabajos a realizar para poner la instalación en conformi- dad con la norma vigente. Las desviaciones detectadas se clasifi- can en tres niveles: ▪ Categoría A: Desviaciones que pue- den suponer mal funcionamiento o fallo en la eficacia del sistema en caso de incendio. ▪ Categoría B: Desviaciones en algún elemento o componente de la insta- lación, que puede restarle eficacia en caso de funcionamiento. ▪ Categoría C: Defectos leves que no son perjudiciales para el funcionamiento o rendimiento de la instalación. La desviación de Categoría A implica que la instalación no es operativa. Es- tos defectos suelen ser de tipo concep- tual: un dimensionado insuficiente del diámetro de tuberías, o de las áreas de alcanza la presión de descarga necesa- ria en el rociador), las tuberías pueden mantenerse siempre que su estado de corrosión interior sea aceptable. En función de la antigüedad de la ins- talación y de las características del agua cargada en su interior, las condiciones del interior de la tubería pueden va- riar. Normalmente encontraremos co- rrosión y depósitos sobre la cara inte- rior. La existencia de estos depósitos au- mentará el coeficiente de rozamiento de la pared de tubería frente al paso del agua. Incluso en algunos casos, pue- den llegar a disminuir de forma efectiva el diámetro de paso. Por tanto, la deter- minación del estado interior de la tube- ría es fundamental para evaluar el rendi- miento de la instalación. Para determinar el estado interior de la tubería se debe someter al sistema a ensayos no destructivos, como por ejemplo: ▪ Endoscopia: permitirá observar el ni- vel de corrosión y de depósitos en el interior de la tubería. También permi- tirá conocer la posible colmatación de los rociadores. ▪ Desmontaje de distintos tramos de tubería, para verificar el nivel de co- rrosión y el espesor de los depósitos. Si estos ensayos resultan positivos, habrá que valorar la incidencia de los depósitos sobre el funcionamiento de la instalación. Para ello se realiza una modificación sobre el cálculo hidráu- lico teórico, aplicando en la fórmula de Hazen-Williams un coeficiente C=100. Igualmente si la capa de depósitos ha disminuido la sección de paso de la tu- bería, deberá introducirse en los cálcu- los el diámetro efectivo. “Es necesario inspeccionar periódicamente las instalaciones de protección contra incendios, para verificar que pese al tiempo se mantiene su eficacia”

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