Seguritecnia 356
98 SEGURITECNIA Septiembre 2009 Artículo Técnico cámara de videovigilancia es que las imágenes que proporcione sean cla- ras y sirvan al fin para el que se ha pla- neado, y no simplemente para satisfacer un requerimiento técnico, en ocasiones arbitrario. Los usuarios de cámaras de videovigilancia necesitan la mejor cali- dad de imagen posible para su uso es- pecífico, y han estado basándose en la creencia de que lo mejor está repre- sentado únicamente por el número de píxeles. Éste no es el caso. Mientras que las cámaras megapixel resultan perfectas para videovigilancia genérica (en bancos o intercambiado- res de transporte, por ejemplo) uno de sus inconvenientes actuales es el gran tamaño de los ficheros de datos del ví- deo grabado; es habitual elegir un nú- mero de imágenes por segundo limi- tado o con menor resolución con el fin de ajustarse a las limitaciones de alma- cenamiento. Además, los sensores me- gapixel contienen píxeles de un me- nor tamaño que los estándar y eso no es tan bueno en condiciones de luz es- casa. Esto tiene un impacto negativo en las imágenes de vídeo, que se vuel- ven borrosas o menos detalladas. Con lo que más megapíxels, sorprendente- mente, puede significar menor calidad de imagen. G eneralmente, a la hora de re- ferirnos a la calidad de imagen de las cámaras lo hacemos en términos de píxeles y megapíxeles. La re- solución de las imágenes está conside- rada como el principal indicador de su calidad, especialmente en el mercado de los teléfonos móviles y de las cámaras de consumo. En consecuencia, este tipo de comparativa también ha sido trasladada a la industria de la vídeovigilancia, lo que implica que las cámaras de red están siendo valoradas basándose exclusiva- mente en este limitado criterio. Algo que puede conducir al error de elegir una cá- mara incompatible con la función para la que ha sido adquirida y que no sea ca- paz de proporcionar la calidad de ima- gen requerida por el usuario. Un aumento del número de mega- píxeles no está necesariamente ligado a la obtención de imágenes más claras y útiles. Esto es algo especialmente cierto en condiciones de muy poca o mucha iluminación, en las que se deben opti- mizar las cámaras para obtener un buen rendimiento. Las cámaras megapixel ofrecen resultados variados en función del uso que se les dé, y por ello, al con- trario de la opinión popular, no siempre garantizan imágenes de calidad. Esto deriva en que las cámaras de seguridad hayan sido encasilladas en un papel me- nor en lo referente a calidad de imagen, y no se consideren comúnmente sus posibilidades de aplicación para activi- dades como el reconocimiento de caras o de las matrículas de vehículos. Al referirnos a calidad de imagen, ¿no hablamos de un problema de uso? Indudablemente, la consideración más importante a la hora de comprar una Calidad de imagen: la importancia del uso que se le vaya a dar a las imágenes Cómo elegir el sistema de cámaras idóneo Alberto Alonso ∕ Responsable de ventas para el mercado de la seguridad de Axis Communications “Un aumento del número de megapíxeles no está necesariamente ligado a la obtención de imágenes más claras y útiles”
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