Seguritecnia 358
Actualidad 20 SEGURITECNIA Noviembre 2009 La seguridad privada española frente a la piratería marítima SOS, piratas V igilantes de S eguridad embarcados en buques españoles contra los piratas del mar MADRID.- J.R. Borredá Como la cosa no está para bromas y la po- lémica está servida desde el secuestro del ‘ Playa de Bakio’ y, desgraciadamente, hemos vuelto a tener malas noticias, primero de nuevos intentos de abordaje a buques espa- ñoles y después con el apresamiento por los piratas somalíes del atunero ‘Alakrana’ , aun- que este tipo de noticias no son nuevas ni sorprenden en los ambientes profesionales, sí son objeto de eco mediático por la espe- cial gravedad de las mismas, además de lla- mar la atención en otros ámbitos respecto a los recursos y medios de defensa y pre- vención frente a los ataques de piratas a los arrantzales españoles; en parte debido a que se desconoce quien lo hace, cómo y con qué se hace, desde cuando y en qué cuantía, y en consecuencia las preguntas saltan: ¿Es que nuestra Marina de Guerra no lo hace bien? ¿Por qué no van infantes de Marina en los pesqueros? ¿Por qué algunos pesqueros no respetan la zona acotada de seguridad? ¿Con qué bandera navegan los arrantzales ? ¿Es que nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad no son suficientes? ¿Los revólveres del 38 y las escopetas del 12 que porta habitualmente el personal de seguridad Privada debidamente autorizado, son suficiente armamento ante los RPG y las armas automáticas de los pira- tas del mar? ¿Cuantos vigilantes de seguridad van a bordo de cada barco? ¿Quién ha dado las autorizaciones? ¿Solo en barcos de navie- ras y armadores que operan con pabellón español? ¿Cuantos, por cuanto tiempo y con qué coberturas? Para empezar conviene aclarar que como la Constitución no contempla la presencia de militares en los barcos mercantes o pesque- ros españoles, ésta no se ha producido y se ha optado por la defensa de los mismos con presencia en los caladeros del Índico de avio- nes y de buques de guerra de nuestra Ar- mada y otras unidades navales de países de la UE (Operación Atalanta), además de de- jar en manos de las navieras españolas (por ser negocios privados) la posibilidad de con- tratar seguridad privada a bordo de los bar- cos que navegan con pabellón español, mo- dalidad de defensa bien vista por algunos armadores y rechazada por otros como po- sible solución para prevenir o rechazar abor- dajes y secuestros de sus barcos. De ahí que, cuando a preguntas de los medios, Alfredo Rubalcaba declaró: “Se han dado todas las autorizaciones que se han solicitado”, el in-
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