Seguritecnia 358

Opinión cuada para conseguir que cada uno de los profesionales adquiera nuevas com- petencias, así como una clara conscien- cia de la importancia y la repercusión de su labor. Para conseguir estos fines, se debe modificar el foco habitual de los proce- sos formativos. Del modelo unidireccio- nal, aquel en el que lo relevante es el sa- ber y su trasmisión, deberíamos transitar hacia un modelo bifocal –dinámico- de “transmisión-recepción” que, al tiempo, informe de cómo optimizar los recur- sos formativos y potenciar el impacto del proceso entre todos los participan- tes. Consecuentemente, prefiero hablar más que de un proceso, de un enfoque: F ↔ A “ F ormación ↔ A prendizaje”. Aristó- teles, en el siglo IV antes de nuestra Era, ya lo anunciaba: “No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.” Mi exper iencia me dice que si - guiendo la premisa del filósofo, el pro- ceso de aprendizaje no sólo se ace- lera, sino que los beneficios revierten en el propio sistema formativo, en to- dos sus agentes y, por ende, en el resto de la ciudadanía. En definitiva, se trata de desarrollar estrategias pedagógicas para mejorar, también, la actitud, y por tanto, el desarrollo de nuestras funcio- nes y acciones. Para finalizar, quisiera recoger las palabras de la reciente premio Nobel de Literatura, Doris Lessing: “Eso es el aprendizaje. Usted entiende algo de repente y entiende toda su vida, pero de una forma nueva”. Que así sea… Hace unas semanas, unas imágenes te- levisivas me causaron un hondo des- asosiego. Dichas imágenes mostraban la actuación –reprobable- de un “su- puesto” profesional de la seguridad pri- vada. Apenas unos segundos, pero bas- taron para que recordase a los miles de profesionales que diariamente hacen su trabajo, discreta y diligentemente, ve- lando y protegiendo a ciudadanos y bienes. Pensé en la fuerza de las imáge- nes. En el impacto que supone el subra- yado de sus posteriores emisiones. A pesar de la indignación, recordé las palabras del más hidalgo entre los hidal- gos, “una golondrina no hace verano”, y me lancé a la búsqueda de factores que cohesionen y signifiquen nuestro sector y sus profesionales. Inmediata- mente, apareció un concepto: la forma- ción. Como aquellos molinos, que gra- cias a la energía del viento, transforma- ban el grano en harina, la formación puede hacernos más versados, más ver- sátiles y, porqué no, más virtuosos. A los responsables de los programas formativos nos debería interesar tanto velar por la calidad y el rigor de la infor- mación y conocimiento que transmiti- mos, como utilizar la metodología ade- Jesús Alcantarilla Díaz Director de Seguridad del Monasterio de Montserrat “Otra mirada sobre los procesos formativos en la Seguridad Privada, un enfoque bidireccional” “Los responsables formativos deberíamos interesarnos tanto por la calidad de los conocimientos que transmitimos, como por usar la metodología adecuada“ INFORMACIÓN DE seguridad, a tu alcance www.borrmart.es

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