Seguritecnia 361
82 SEGURITECNIA Febrero 2010 U no de los mayores problemas, si no el mayor, al que se en- frenta el sector de la seguri- dad contra incendios es la carencia de formación adecuada de muchos profe- sionales del sector. La deficiencia de formación en segu- ridad contra incendios es una carencia sistémica que afecta de lleno a la so- ciedad española y que, sorprendente- mente, aún no ha movido a las autori- dades a tomar las medidas oportunas para solucionarla. Un vistazo incluso su- perficial al panorama de la Seguridad pone al descubierto fácilmente este problema, cuyo nivel puede resultar se- riamente preocupante. En primer lugar, deberíamos consi- derar inadmisible que la inmensa ma- yoría de los arquitectos e ingenieros no reciba durante sus estudios ni la forma- ción más básica sobre protección con- tra incendios. Así, tenemos profesiona- les que saben cómo diseñar un edifi- cio, pero no saben cómo protegerlo del fuego porque no conocen absoluta- mente nada sobre cómo se inician, de- sarrollan y pueden combatirse los in- cendios. El problema se agrava porque muchos técnicos de la Administración, responsables de supervisar los proyec- tos, tampoco tienen estos conocimien- tos, por lo que un edificio puede llegar a ser construido con todos los parabienes a pesar de ser inseguro para sus ocu- pantes. En muchas ocasiones, las carencias del diseño continúan durante el proceso constructivo, porque quienes ejecutan las obras del edificio o de sus instalacio- nes no disponen tampoco de los cono- cimientos adecuados. En otros casos, edificios con buenos diseños y correctas ejecuciones son deteriorados por terce- ros por actuaciones no supervisadas. En este sentido, no es raro encontrar que la sectorización de incendios ha sido per- forada y no reparada por los instalado- res eléctricos o de fontanería, no con mala fe, sino por desconocimiento de su función y por una incorrecta supervisión de la ejecución de estas instalaciones. También resulta sorprendente en- contrarse flagrantes incorrecciones en instalaciones muy especializadas, como puede ser una red de rociadores au- tomáticos, lo que pone en evidencia que incluso instaladores especializados adolecen de una falta de adecuada for- mación, y eso se transforma en instala- ciones incorrectas o incluso inútiles. Así, podríamos seguir poniendo mil y un ejemplos que documentan la falta de conocimientos, que pueden llevar a una manifiesta incompetencia profe- sional, más grave por cuanto la mayoría de las veces el que no sabe no es capaz ni de apreciar su propia incapacidad. El sector demanda una mayor cuali- ficación a todos los niveles. Diseñado- res, instaladores y técnicos supervisores deben tener la formación adecuada en protección contra incendios para que, como resultado final, tengamos edifi- cios e instalaciones seguras. Hemos pasado de una era de vacas gordas a una nueva época en la que co- rresponde mirar con lupa cada euro que se gasta. Y eso debería significar una mayor calidad en el diseño y en la ejecu- ción de obras e instalaciones. Sería de- seable que esta crisis sirviese para filtrar a aquellos que sólo perseguían un di- nero fácil y rápido y permitiese la super- vivencia de los buenos profesionales. La mejor formación de todos los agentes en el proceso asegura mayor calidad del producto final. Las autori- dades académicas deben abogar por incluir los conocimientos mínimos so- bre protección contra incendios en los planes de estudio, para que los técni- cos aprendan, al menos, lo que tienen que saber; y deben ofrecer cursos de especialización para adquirir los cono- cimientos necesarios para trabajar con garantías en este sector. La única forma de incrementar la calidad con el me- nor costo posible es tener unos cono- cimientos sólidos que permitan anali- zar mejor los problemas y encontrar la mejor solución posible. Es preciso in- vertir en formación, porque la calidad es la mejor herramienta para competir en estos tiempos difíciles. La formación y la profesionalidad son, hoy más que nunca, un valor añadido en el campo de la Seguridad. S La importancia de la formación en la protección contra incendios Fernando Bermejo Martín Presidente de la Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección Contra Incendios (APICI) “Incluso instaladores especializados carecen de la adecuada formación, y eso se transforma en instalaciones incorrectas o incluso inútiles”
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