Seguritecnia 362

120 SEGURITECNIA Marzo 2010 tido, este especialista continuó expo- niendo que la seguridad de los edificios de Patrimonio Nacional -de los que Án- gel Martín tiene la responsabilidad de su protección- “depende de la servidum- bre que se desarrolla en ellos”. De ahí, dos grandes retos: “la necesidad de pre- servar la historia artística y la de exponer las obras de arte”. Respecto a la evacuación -por ejem- plo, en un incendio-, Ángel Martín re- cordó que el objetivo son, por supuesto, las obras, sin olvidarnos de las personas. Por desgracia, los directores de Segu- ridad de estos magníficos entornos no poseen una “receta mágica” ni son posi- bles medidas estándares para la protec- ción de estos edificios históricos. Mar- tín apuesta por una solución que, aun- que en principio puede sonar de lo más lógico, en ocasiones se hace difícil: “Hay que diseñar un plan de protección, con un protocolo de actuación, en el que el departamento de Conservación debe estar integrado; pero un plan realista y actualizado”, en el que estén claras las delimitaciones de las zonas del museo, estén creadas y accesibles las fichas para el plan de evacuación de obras de arte, esté preparado el armario con los ele- mentos para evacuar las obras, etc. Y es que, este responsable de Segu- ridad, incidió en que el talón de Aqui- les es que el director de Seguridad no cuenta con independencia total, como puede ocurrir en otros ámbitos, sino que tiene que trabajar con los conser- vadores, “y, a veces, hay que poner de acuerdo a los propios conservadores para ver qué pieza es la fundamental”, según Martín, quien anotó: “Si ya es difí- cil evacuar obras de arte en una pinaco- teca, donde son todo pinturas, cuando hay varias clases de obras (pinturas, aba- nicos, muebles, instrumentos...), la tarea se dificulta aún más”. Por suerte, Patrimonio Nacional tiene un Plan de Seguridad muy bien dise- ñado, con una clasificación clara de las obras, identificación por zonas, inven- tario detallado del contenido y, lo que más les ha costado, unas fichas de in- ventario con todos los apartados que necesitarían saber si hubiera que eva- cuar en caso de incidencia. Por su parte, Manuel Campos, respon- sable de Seguridad de Museos de la Junta de Andalucía, se centró en los sis- temas existentes para la Protección Con- tra Incendios (PCI) en edificios vincula- dos a Patrimonio Histórico. Lo principal es “conseguir una detección de incen- dios lo más precoz posible, lo que per- mitirá tomar contramedidas eficaces y, por tanto, dar la protección a las perso- nas -ante todo- y a las obras de arte”. Campos matizó que hay diversas tec- nologías electrónicas para la PCI (haz por infrarrojos, sistemas de detección por aspiración de humo...) que deben ajustarse a las necesidades u objetivos que se buscan, tales como: la detección temprana, evitar falsas alarmas o que ofrezcan protocolos de comunicación rápidos, entre otras. Dentro de las novedades de sistemas electrónicos, Manuel Campos destacó el de detección de incendios por vídeo, aunque puntualizó que “aún le queda por perfeccionar”. Como colofón, Francisco de la Fuente anunció que, probablemente, para el úl- timo trimestre del año, se celebrará el Congreso Internacional de Museos, Ar- chivos y Bibliotecas. Evacuación por voz, alternativa a la megafonía convencional Una alarma a modo de sirena nos puede alertar de que algo no funciona correc- tamente, pero no aclara cuál es el origen del problema y puede dificultar la capa- cidad de reacción. Sin embargo, un sis- tema de alarma por voz ( Alarm Voice Sys- tem , en inglés) es mucho más claro en y eficaz en términos de desalojo de un edificio en caso de producirse un incen- dio, por ejemplo. En torno a este argumento basó su exposición Miguel Reyes , Product Ma- nager de Honeywell Life Safety Iberia, en el Foro SICUR, dentro del conjunto de ponencias sobre seguridad contra in- cendios. “Antes, las alertas se dirigían a proteger bienes de un edificio y ahora prima la protección de sus ocupantes”, en palabras de Reyes. La ventaja de un sistema de evacuación por voz es que el oído es un sentido que nunca está des- conectado y un mensaje hablado im- plica unas instrucciones claras. El por- tavoz de Honeywell rescató un experi- mento de 1987, en el que los ocupantes de una sala acababan desalojándola diez minutos después de que la alarma comenzase a sonar. Tiempo bien dis- tinto al contabilizado después de escu- char por megafonía una voz que invi- taba a desalojar el recinto: en 30 segun- dos la misma sala quedó vacía. Las diferentes normativas están reco- mendando este método, como la UNE- EN60849, que define los requisitos que deben cumplir los sistemas electroacús- ticos para servicios de emergencia. Las áreas de aplicación de estos siste- mas de alarma por voz son aplicables en áreas susceptibles de aglomeración de personas, como estadios, aeropuertos, estaciones de transporte público, etc. Asimismo, la disponibilidad del sistema queda garantizada incluso en ausencia de corriente eléctrica, pues el mensaje queda grabado y protegido mediante un Sistema de Alimentación Ininterrum- pida (SAI). Como último apunte, Miguel Reyes afirmó que el mensaje de voz debe ser superior a 10 decibelios por encima del sonido ambiente y debe garantizarse su comprensión por las personas presentes en una situación de emergencia.

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