Seguritecnia 367

44 SEGURITECNIA Septiembre 2010 Seguridad en espacios abiertos ▪ La dimensión subjetiva de la cons- trucción del miedo resulta del des- envolvimiento de la comunicación en torno a la delincuencia a través de la conversación cotidiana y de los medios. ▪ Es importante la percepción de segu- ridad/inseguridad que puedan tener los visitantes o personas ajenas a la ur- banización. ▪ Las medidas instauradas dentro y fuera de las viviendas son básicas para la creación de sensación de seguridad y por ende tranquilidad. ▪ El tipo de hecho delictivo más habi- tual es la intrusión y robo con los propie- tarios dentro. En la mayoría de los casos, éstos no se dan cuenta de la intrusión hasta horas después, cuando van a los dormitorios, lo que genera una gran de- sazón e impotencia por el hecho de sa- ber que han estado en la vivienda mien- tras se perpetraba el robo. ▪ Las viviendas más deseadas son las de parcelas amplias con ciertos signos de dejadez en sus zonas exteriores y carentes de sistemas de seguridad. ▪ Gran cantidad de robos son produci- dos o provocados por la información dada por el personal de servicio. ▪ De entre las victimas directas, el 30 por ciento habían sido víctimas en otras ocasiones o lo han sido poste- riormente. Reflexiones previas a las políticas criminales ▪ El número de vecinos y su seguridad debe ser tenido presente en todas las posibles políticas dirigidas a mantener, potenciar e incrementar esta seguri- dad. Si la seguridad de los bienes y per- sonas no se pudieran garantizar no se- ría factible una vida acorde a lo deman- dado dentro de esta urbanización. ▪ Todos los vecinos encuestados coinci- den en que la seguridad es el bien más preciado por ellos y la sensación de ésta hace que el bienestar sea mayor. ▪ En la última década, se ha venido ob- servando en función de las estadísti- cas publicadas, un aumento con res- pecto a la criminalidad en urbaniza- ciones, sobre todo en lo que a delitos contra el patrimonio se refiere. cuencia depende de la inducción de los mass media y resalta, de la misma ma- nera, el papel político que cumple la construcción subjetiva de la criminali- dad en la reproducción ideológica del sistema de dominación. Conclusiones iniciales De la variedad de resultados obteni- dos en función de la investigación pre- via, destaco aquí lo que a mi juicio su- pone mayor interés a la hora de reali- zar la propuesta de política criminal y la mejor comprensión de lo expuesto en esta memoria. En definitiva y atendiendo a los pará- metros analizados en el contenido em- pírico y las reflexiones generales realiza- das destaco las siguientes: ▪ El temor a la delincuencia es un sen- timiento que se construye a partir del sentimiento de dos dimensiones: la vi- vencial y la comunicacional. ▪ El elemento objetivo contribuye de manera importante a la instauración de los sentimientos de temor en la po- blación tanto la cantidad como la vio- lencia con la que se ejecuta. ▪ El número de veces de las agresiones, el tipo de delito, lugares y la victimi- zación de personas cercanas a su en- torno, dan cuenta de lo significativo que puede ser el referente fáctico en la construcción del miedo. pública y privada y debido a la presión que éstos ejercen, además de algunos hechos aislados graves, como secues- tros u homicidios, hace que las autori- dades tomen cartas en el asunto y se empiecen a tomar medidas más espe- cíficas dentro del ámbito de las urbani- zaciones. Los únicos estudios serios sobre de- lincuencia en urbanizaciones son los realizados en países de Sudamérica (Venezuela, México...), donde este tipo de delincuencia ha sido muy común desde hace más de 30 años. La criminóloga Rosa del Olmo 13 , en sus estudios sobre delincuencia en el ámbito de urbanizaciones, nos dice que habría que matizar que, aunque los datos estadísticos nos muestran unas incidencias menores, sí es cierto que por el hecho de vivir en lugares ce- rrados sin apenas contacto, dentro de la zona, con otras personas que no sean de su ámbito familiar implica una sensa- ción mayor de peligro y, por tanto, ma- yor posibilidad de convertirse en víc- tima. Felipe Javier Hernando 14 , en alusión a la geografía, cuenta con una elevada potencialidad explicativa a la hora de relacionar la dimensión espacial de los comportamientos delictivos, con otros caracteres de base urbana morfológica, social o demográfica. Según esta teoría existen áreas, lugares y horas donde se acumulan los problemas coincidiendo con unas mejores oportunidades de co- meter delitos. Francesc Barata 15 (1996) analiza el pa- pel de los medios en la construcción del sentimiento de inseguridad, afir- mando que el alarmismo de los medios inflama los miedos y la inseguridad pre- sentes en el imaginario colectivo. Estos cumplen con la función política de asu- mir el desorden para reafirmar el orden social, ya que los mensajes mediáticos tienden a ser reorganizadores del con- senso social. Igualmente, Delgado Rosales 16 (1988) se refiere en sus estudios a la alarma so- cial y al sentimiento de inseguridad, ar- gumentando que el resultado de la per- cepción del aumento real de la delin-

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