Seguritecnia 367

SEGURITECNIA Septiembre 2010 69 Artículo Técnico sistema a otras aplicaciones, sin excluir ninguna, siempre y cuando su gestión no perjudique el propósito del sistema. Esto es muy importante porque per- mite dar al sistema un importante valor añadido con funciones domóticas, de ahorro energético, etc. Detectores de intrusión De simple o múltiple tecnología (gene- ralmente, sólo doble en esta última op- ción), han de ser eficientes en la detec- ción y en el rechazo de las falsas alar- mas, y la señal generada con alarma ha de poder ser claramente identificada por el sistema. Ninguna novedad, ya que éste ha sido siempre el principio de cualquier detector de intrusión. Amplia- remos esto al comentar, en posteriores artículos, los distintos tipos de detecto- res que la normativa considera. Avisadores de atraco Han de estar adaptados al entorno y no deben ser susceptibles de resultar acci- dentalmente accionados. Con alarma, su señal será claramente identificada por el sistema. Detección de manipulación (‘tamper’) Para todos los grados, el CIE (central o panel de control), los ACE (teclados, lla- ves, lectores de tarjetas, id. biométri- cos, etc.), el o los posibles ATE (transmi- sores de alarma), el o los WD (sirenas y campanas) y las PS (fuentes de alimen- tación) han de estar protegidos frente a una posible manipulación mediante una detección de tamper . Para los grados 2 a 4, tanto los de- tectores de intrusión como los dispo- sitivos de atraco (excepto los vía radio) han de poseer también esta supervi- sión de tamper . Para los grados 3 y 4, la supervisión del desprendimiento de la superficie de montaje (antidespegue) también se exige para varios dispositi- vos; y para el grado 4 se pide la detec- ción de taladrado. En detectores de movimiento, para los grados 2 y 3 se exige la supervisión de su orientación, generando alarma de sabotaje si ésta es cambiada. Incluso para los grados 3 y 4, las cajas de empalmes y cualquier otra caja que contenga elementos del sistema (módu- los de expansión, etc.) también ha de te- nerlo, salvo que exista un procedimiento para detectar la sustitución de mensajes. Reconocimiento de fallos La norma no es clara en este aspecto, ya que para todos los grados exige que han de establecerse los medios para que el sistema reconozca posibles fallos en detectores, dispositivos de aviso de atraco, fuentes de alimenta- ción principal y de emergencia, cone- xiones y enlaces (vía radio) entre ele- mentos del sistema, transmisores de alarma y dispositivos de aviso (sirenas, etc.). Sin embargo, no exige que es- tos elementos dispongan de una sa- lida específica de fallo para informar al sistema (además, casi ningún com- ponente dispone de esta clase de sa- lida), pudiendo constatarse este hecho, por ejemplo, por la omisión de una in- cidencia que tenga lugar de forma pe- riódica. Algunos elementos, como sería el caso de un transmisor IP, darán lugar con claridad a un fallo si la comuni- cación se interrumpe, ya que es nor- mal que efectúe frecuentes llamadas de test, pero esto no sucede con otros elementos. Por ejemplo, ¿cómo advertir auto- máticamente de un fallo en un pulsa- dor de atraco? Sólo se me ocurre que, al efectuar un test manual del disposi- tivo y no observar ninguna reacción por parte del sistema, se interprete este he- cho como el comentado fallo. Otros elementos, como son los volu- métricos y contactos magnéticos situa- dos en lugares de presencia habitual de personas durante los periodos de des- armado (desactivado, según la norma), pueden ser analizados por el CIE, de modo que, si no entregan en estas cir- cunstancias ninguna señal de detección en un cierto tiempo, sea esto interpre- tado como fallo. Pero esta función au- tomática no está disponible siempre; en muchos casos, sería necesario recu- rrir a un test manual como único modo de constatar un fallo del elemento. En este sentido, para volumétricos y con- tactos, los sistemas disponen del cono- cido ‘ walk test ’ o test de ‘andado’. En cualquier caso, este apartado es ciertamente confuso, ya que debería es- pecificar que, en ciertos casos, este fa- llo sólo es detectable mediante un test voluntario del dispositivo, y como ejem- plo tenemos los WD. ¿Cómo detectar un posible fallo en una sirena si no se la hace sonar? Y no es esto algo que po- damos hacer de forma periódica con el fin de probarla. Detección de enmascaramiento Los detectores de movimiento han de satisfacer este requisito para cumplir con los grados 3 y 4. Este aspecto es donde se produce una de las mayores diferencias entre los detectores de grados 2 y 3. Es deseable que en establecimientos públicos con un cierto nivel de riesgo los detectores de movimiento deban incorporar esta función, dada la facilidad que existe para enmascararlos mediante un simple spray de laca. Detección de reducción de alcance También aplicable a detectores de mo- vimiento, pero únicamente para satisfa- cer el grado 4. Se trata aquí, fundamen- Para los grados son obligatorios medios para reconocer fallos en la conexión entre elementos del sistema, transmisores de alarma y dispositivos de aviso

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