Seguritecnia 371
Carta de José Ramón Borredá JOSÉ RAMÓN BORREDÁ PRESIDENTE DE HONOR DE SEGURITECNIA 9 SEGURITECNIA Enero 2011 H asta hace poco parecía lejano, pero ya está aquí. 2011 ha llegado cargado de… Y también de esperanzas. Hay once meses por delante para ver lo que da de sí. De momento, en este enero (con cuesta incluida) lo que parece que está por descubrir es lo que nos va a deparar, tanto en lo social como en lo económico. Sin embargo, yo soy de los que creen tener motivos para confiar porque al menos en Seguridad la cosa está algo más clara si tenemos en cuenta que, a pesar de ciertos avatares y de la crisis, necesariamente seguirá siendo prioritario invertir más tiempo y más dinero en mejorar la preven- ción ante las crecientes amenazas y riesgos que nos llegan del mundo mundial. Por supuesto, sin dejar de mantener todo tipo de cautelas ante la delincuencia de casa, que tampoco nos deja de preocupar. Pasaron las Navidades y con ellas el ‘atragantón’ de los entes de Correos del continente, con tanta misiva de felicitación y tanto regalo navideño que han tenido que entregar en destino. Han sido volúmenes multimillonarios de cartas y paquetes los que se han gestionado en toda la UE, y ha sido tanto el miedo de los profesionales de seguridad a que les colaran alguna de las terribles cartas-bomba que han circulado de acá para allá que, saltadas las alarmas y puestos en marcha todos los protocolos de actuación, con los detectores de explosivos echando humo de no parar, a Dios gracias el trabajo de los profesionales ha dado sus frutos y muchas legaciones diplomáticas en la vieja Europa se han visto libradas de la “quema” en tan señaladas fechas. Lo de Roma ha sido un buen ejemplo. Al igual que se pretende un orden mundial y que hay guardianes en la sombra para protegerlo (Club Bilderberg, por ejemplo), que dejan hacer según y como, también hay pretensiones, entes y actores para todo lo contrario. Es la eterna lucha secreta entre el bien y el mal, seguridad contra inseguridad, etc.; el problema es que cuando no se ve la luz al final del túnel, a veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Si no que se lo pre- gunten a Julian Assange con su WikiLeaks ; muchos le ponen en un altar y otros le quie- ren en un patíbulo. Aquí, como no se trata de condenar a nadie -para eso están los jueces- sean estas lí- neas de admiración, reconocimiento y homenaje, para todos cuantos han sido premia- dos en la pasada edición de los Trofeos de la Seguridad, que el 15 de diciembre fueron entregados a los mejores de los mejores del año: instituciones, empresas y profesiona- les de la Seguridad pública y privada por su conducta ejemplar y brillantes méritos, a veces heroicos, que son referencia y ejemplo para todos los que nos preocupamos por la seguridad de los demás. Una buena parte de este número está dedicada a ellos. Como decía al principio, hemos entrado en 2011, un año en el que quiero confiar y que me atrevería a calificar de importante para el sector de Seguridad Privada, por algunas razones: primera, porque nos llega con las tan esperadas nuevas Órdenes Mi- nisteriales; segunda, porque el sector ya tiene Convenio; tercera, porque la celebración del II Congreso Nacional de Seguridad Pri- vada va a marcar un antes y un después; cuarta, porque será el año en el que la crisis toque fondo; quinta, porque a continuación llegarán nuevas oportunidades de negocio para este sector. Por tanto, permítanme ser optimista por creer que estas razones (y otras más) me inclinan a confiar en ese futuro que está por llegar y que, estoy seguro, los auténticos profesionales sabrán aprove- char dando cumplida respuesta, humana y técnica, a los requerimientos y necesidades específicas en materia de seguridad que emerjan desde los ámbitos institucional, empresarial y social. S “Seguirá siendo prioritario invertir más tiempo y más dinero en mejorar la prevención” 5 Razones para confiar
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