Seguritecnia 372

SEGURITECNIA Febrero 2011 79 Artículo Técnico cos situados en puertas y ventanas que se practiquen regularmente. Igualmente, los sísmicos pueden ser también comprobados de forma pe- riódica. Con estos métodos automáti- cos es posible identificar un posible fa- llo con la máxima precocidad. ▪ Servicio de reparación y de asisten- cia técnica 24H. Un sistema de se- guridad no puede, ante una avería, quedar fuera de servicio durante un tiempo prolongado. Es necesaria una atención inmediata ya que, de lo con- trario, pueden originarse costes ex- tras difíciles de afrontar (por ejem- plo, establecer un servicio de vigilan- cia hasta que el problema haya sido subsanado). Emplazamiento de los elementos del sistema (CIE, ACE, ATE, etc.) ▪ CIE. Ha de estar situado en un punto dentro del área supervisada. ▪ ACE. Ha de emplazarse en un punto donde resulte fácil de manejar, pero de modo que se minimicen los tiem- pos de entrada y salida, aunque tam- bién donde no pueda ser observado y/o manipulado por extraños. Los ca- pítulos G.20 y G.21 de la norma expli- can los detalles. ▪ ATE. Ha de estar también en el área supervisada. En general, el o los trans- misores que emplea el sistema se en- cuentran en el interior de la caja del CIE. Rara vez son elementos externos si el sistema emplea sus ATEs nativos. El capítulo G.23 hace algunos comen- tarios interesantes sobre esto y las vías de comunicación que no siem- pre se aplican, en general, por razo- nes económicas. ▪ Detectores. Han de proporcionar la cobertura solicitada durante el diseño del sistema y emplearse de acuerdo con las recomendaciones del fabri- cante. Ver el Anexo G de la norma para detalles. ▪ WD. Han de situarse en puntos lo más inaccesibles posible y sus inter- conexiones deben estar empotradas o protegidas y supervisadas frente a posibles manipulaciones. ▪ Interconexiones. Tanto para las ca- bleadas, específicas o no, como para las vía radio, la norma hace una serie de recomendaciones que han de se- guirse para facilitar el mantenimiento de la instalación, la detección de fa- llos, etc. Activación y desactivación y rutas de entrada y salida La norma recomienda que las opera- ciones de activación y desactivación se efectúen manualmente por parte del usuario y que sean indicadas de forma auditiva y/o visual por el sistema. Afor- tunadamente no impide el empleo de procedimientos automáticos, cada vez más utilizados, especialmente para ase- gurar el armado del sistema ante un po- sible olvido. Sobre las rutas, todas las recomenda- ciones son coherentes y no añaden casi nada nuevo a la práctica habitual em- pleada hasta ahora, cuando ésta se lleva a cabo con sentido común. Señalización, notificación, ATS, alimentación y respuesta del sistema Poco queda que aclarar aquí y que no hayamos visto ya en EN50131-1. En el aspecto de notificación me- diante dos o más WD, la norma dice que se instalen alejados unos de otros. También sobre la combinación ATE y WD, puede establecerse un funcio- namiento combinado de modo que el WD disponga de un retardo que per- mita consumar una transmisión del ATE a la CRA de manera que, si éste tiene éxito, la activación del WD no se lleve a cabo. De esta forma se evitaran moles- tias innecesarias a la vecindad. Sobre los formatos de comunicación empleados por el ATS y dada la diver- sidad existente, tanto para transmitir alarmas como para llevar a cabo la bi- direccionalidad, es necesario asegu- rarse de que la CRA está perfectamente equipada para atender al sistema con la máxima eficacia. Sobre la alimentación, es muy impor- tante efectuar una distribución equili- brada empleando las PS que sean nece- sarias, las baterías (SD) más adecuadas y la sección y distancia de cable opor- tunas, especialmente en entornos de grandes dimensiones. La alimentación es uno de los aspectos más importan- tes de un sistema y no siempre es fácil establecerlo de forma coherente. De poco sirve una única fuente de 13,8V y 8A, equipada con una batería de 17 Ah que quedará maltrecha tras su primera descarga y carga, teniendo que ali- mentar 100 detectores volumétricos y otros elementos de consumo reducido en un área de 2.000 m2. Es preferible distribuir varias PS más pequeñas por la instalación situándolas en los puntos más adecuados. Finalmente, la respuesta o interven- ción ante una alarma en el H&IAS ha de estar planificada con absoluta claridad y pactada con el usuario. Este punto es de gran importancia, ya que, el usua- rio puede ser también un filtro ante una posible falsa alarma. Planificación de la instalación Tras su diseño, cualquier instalación, tanto singular (un edificio) como repe- titiva (una oficina bancaria), debe seguir un proceso en el que considerar aspec- tos como: ▪ Condiciones ambientales del entorno (temperaturas, humedad, etc.). Deci- dirán la clase ambiental del material a utilizar. ▪ Selección de dicho material (tipos de detectores, etc.), modo de interco- La norma recomienda que las operaciones de activación y desactivación se efectúen manualmente por parte del usuario

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