Seguritecnia 372
88 SEGURITECNIA Febrero 2011 Artículo Técnico mientos. Pero, en ocasiones, no se trata de invertir más sino de hacerlo “con ca- beza”. En la actualidad, el sector retail en Es- paña invierte 784 millones de euros en seguridad, 39 más que el año anterior. Aún así, parece que este importante de- sembolso no registra la eficacia dese- ada, pues, como se ha comentado, las pérdidas del comercio en España repre- sentan el 1,3 por ciento de a las ventas. Hoy por hoy, la variedad y tipología de soluciones de seguridad antihurto es tal que prácticamente hay una pro- puesta específica para cada producto. Protectores de policarbonato (cajas de seguridad), POD displays , circuitos cer- rados de televisión, controles de ac- ceso, antenas antihur to EAS… y así hasta un largo etcétera. Con todo, los comercios se concentran básicamente en el uso de etiquetas antihurto y un sistema preventivo poco acorde con la hegemonía del consumidor propia del siglo XXI: exposición de los pro- ductos en vitrinas de cristal bajo llave o cajas vacías en los lineales. Los co- merciantes deben comprender que cada producto o mercancía tiene unas particularidades que hacen que algu- nas soluciones de seguridad sean más apropiadas que otras a la hora de pre- venir y reducir el robo. Por ejemplo, las etiquetas antihurto (acústico-magnéticas o de radiofre- cuencia) pueden ser muy útiles para la protección de determinados productos, pero no constituyen una solución apro- piada para otros con formas particula- res, como botellas, gafas, relojes, gad- gets electrónicos, etc., productos en los que este tipo de solución está muy ex- puesto a la manipulación para el robo. Para salvar este handicap , existen ya en el mercado soluciones específicas que se ajustan perfectamente a la forma de cada producto, garantizando así su pro- tección frente a hurtos. Es clave que se analice la idiosincra- sia de cada mercancía con el objetivo de determinar qué sistema puede dar la mejor respuesta a su seguridad y que se abandonen aproximaciones del tipo “una misma solución para todo”, pues invertir en una propuesta de seguridad estándar puede, en último término, ha- cer más vulnerable al comerciante de cara al hurto, al no proteger de forma adecuada la mercancía y facilitar el tra- bajo de los “amigos de lo ajeno”. S E l robo en el comercio mino- rista en España alcanza, según diferentes estudios de mer- cado, 2.682 millones de euros. Una ci- fra significativamente superior a la re- gistrada en países de nuestro entorno, donde la pérdida desconocida en el co- mercio minorista derivada del hurto de empleados, clientes y proveedores y de errores internos se sitúa en el 1,29 por ciento del total de su facturación, frente al 1,3 que se registra en España. La crisis económica que atraviesa nuestro país, y que ya se prolonga en el tiempo más de dos años, ha hecho que el volumen de hurtos se haya disparado y que la percepción general de los co- merciantes sea que el número de éstos sigue creciendo. De hecho, así lo cree el 41,2 por ciento de los participantes en una encuesta del sector. La Navidad y el periodo de rebajas, donde la asistencia de público a centros comerciales se incrementa de forma notable, dibujan un escenario donde la criticidad de la seguridad es clave en el éxito de la campaña. En esos días, el sector retail se ve obligado más que en otras épocas del año a reforzar la se- guridad de sus mercancías y estableci- João Fanha / Director de Marketing de GSP Inversión inteligente: Protección especializada para cada producto Soluciones antihurto específicas.
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