Seguritecnia 374
100 SEGURITECNIA Abril 2011 Eventos en los proyectos esos conceptos”. Asi- mismo, el que fuera jefe del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid destacó el papel de este colectivo, pues asegura: “de nuestra experiencia se pue- den aportar conocimientos para corregir la normativa”. Y, sin embargo, piensa que los Cuerpos de Bomberos no cuentan con el apoyo (“nos falta autoridad”) ni los medios suficientes en la lucha contra in- cendios. En este sentido, señaló que las compañías de seguros, “que son las prin- cipales beneficiarias de la actuación de los bomberos, deberían destinar parte del dinero que cobran a sus asegurados a la mejora de este Cuerpo”. Finalmente, el representante del Con- sorcio Regional de Transportes de Ma- drid y el de Metro de Madrid subrayaron que en entornos tan singulares como un intercambiador o un sistema de trans- porte suburbano, con espacios soterra- dos, túneles de acceso, diferentes me- dios de transporte y zonas de servicios como oficinas, tiendas, aparcamientos, etc., “el diseño basado en prestaciones es el único que puede dar una respuesta eficaz”, en palabras de Javier Aldecoa. Necesidad de formación Otra mesa especialmente interesante fue la titulada “Formación de la próxima ge- neración de ingenieros de Protección contra Incendios”, en la que participaron el presidente del Capítulo Iberoameri- cano de la Society of Fire Protection En- gineers (SFPE), Fernando Vigara , y el vi- cepresidente de APICI, Fernando Ber- mejo , entre otros ponentes. Vigara afirmó que la sociedad aún no es consciente de que en PCI es necesaria la existencia de una ingeniería: “gracias a la ingeniería, se da una aplicación prác- tica a los conocimientos científicos y se los incorpora al mundo real”. El representante español de la SFPE ex- plicó que el sector de la PCI en España está compuesto por los reguladores, las aseguradoras, los usuarios, las empresas (fabricantes, instaladores y mantenedo- res) y el “técnico competente”, que puede ser un ingeniero, arquitecto, inspector o autoridad en la materia con el que ha de contar toda compañía para dedicarse a la PCI de manera autorizada. Por eso, la In- geniería de PCI se presenta como “la pie- dra angular de toda la Seguridad contra Incendios, por lo que la necesidad de for- mación oficial y regulada es ineludible”. Según Vigara, asociaciones, asegurado- ras, reguladores, empresas y usuarios de- berían impulsar esta profesión. Por su parte, Bermejo señaló que en nuestro país la inexistencia de formación en el ámbito de la PCI ha sido un “las- tre” en el diseño de edificios e instalacio- nes, pues los técnicos “disponían del tí- tulo que les permitía diseñarlos, pero no poseían los conocimientos necesa- rios para protegerlos desde el propio di- seño”. La única salida de los técnicos, por tanto, era ponerse en manos de las em- presas instaladoras, “que en ocasiones solo atienden al negocio”, comentó Ber- mejo, y de ahí que muchas de las insta- laciones de PCI existentes no funcionen correctamente. Para acabar con esta situación, el vice- presidente de APICI abogó por una for- mación en PCI que englobe el conoci- miento de los procesos involucrados en un escenario de incendio (dinámica del fuego y comportamiento de los materia- les y de las personas ante él), de los equi- pos y sistemas de PCI y de los procedi- mientos de los bomberos, así como de las interacciones entre todos estos ele- mentos. La ética como base Los debates a los que dieron lugar las di- ferentes ponencias y mesas redondas llevadas a cabo durante los tres días del congreso permitieron concluir que el PBD es una herramienta fundamental para la PCI pues facilita el diseño y mo- delización para la gestión de la evacua- ción de personas y el tratamiento de humos, hace posible la identificación de materiales idóneos para la seguridad contra incendios y favorece el diseño estructural de grandes infraestructuras, además de propiciar el desarrollo de di- seños alternativos sostenibles. “No podemos dar a la sociedad el mensaje de que el PBD sirve para aba- ratar costes – afirmó el secretario gene- ral de APICI, Andrés Pedreira, durante la clausura del congreso – . Es una metodo- logía que nos permite cuantificar las me- didas que proponemos”. Y para ello es necesario que la Administración regule la asignación de responsabilidades en caso de que se haga un mal uso del PBD y, sobre todo, que los profesionales ac- túen de manera ética. Tal como recalcó Brian Meacham en su ponencia, “la ética debe proveer los aspectos autorregula- dores en la aplicación del diseño basado en prestaciones”. Los modelos informáticos de simulación de incendios ayudan a los in- genieros a prever el comportamiento del fuego en un edificio, pero para que estos modelos sean verdaderamente útiles es necesario que se aproximen a la realidad aplicando criterios de incertidumbre y mediante el desarrollo de validaciones con ensayos in situ y en laboratorios. No obstante, los profesionales han de ser conscientes de las limitaciones de dichos modelos a la hora de llevar a cabo sus proyectos prestacionales. Ésta fue la conclusión a la que se llegó tras la doble sesión titulada “La evaluación de los diseños y la modelización”, en la que Guillermo Rein , profesor de la Universidad de Edimburgo, expuso un método que per- mite prever cómo afecta el fuego a los diferentes materiales en un incen- dio ambulante, mientras que Aurelio Rojo , de ALAMYS, y José Antonio Jiménez , de Renfe-Integria, mostraron algunas de las experiencias de ensayos en vagones de metro y de trenes de alta velocidad. En el congreso se habló también de la importancia de los sistemas de detección precoz, como los detectores de humos de Xtralis, y de los siste- mas cortafuegos, por ejemplo, las barreras textiles de Siex Grupo Komtes. La modelización como herramienta del PBD
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