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Actualidad 94 SEGURITECNIA Abril 2011 La Guardia Civil y los detectives privados subrayan la importancia de la colaboración entre ambos colectivos La sede de la Guardia Civil en Madrid acogió en marzo la realización de una jornada de trabajo conjunta entre este Cuerpo y la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE). El encuentro, que va ya por su cuarta edición, tiene como objetivo estre- char el contacto entre la Benemérita y los detectives privados para favorecer la comunica- ción y la colaboración entre ambos colectivos. Abrió el acto el coronel jefe del SEPROSE, César Álvarez (en la foto), quien invitó a los detectives privados a mantener con el servicio que dirige una relación cordial y constante para encontrar nuevos puntos de colaboración. La jornada de trabajo se estructuró en torno a mesas redondas en las que un miembro de la Guardia Civil y un detective privado exponían su visión acerca de un mismo tema. Así, intervinieron en primer lugar el capitán de la Guardia Civil Manuel Marijuán y el de- legado de la APDPE en Cataluña, Enrique Arranz, para hablar sobre delincuencia ciberné- tica e informática forense. Sobre esto último, Arranz recordó que “el detective privado es el único profesional en nuestro país que puede investigar hechos o conductas privados, y eso también se aplica al mundo de la informática, esto es, a la información que existe dentro de un ordenador”. La segunda mesa versó sobre la localización de personas y la verificación de las órdenes de alejamiento. Por parte de la Guardia Civil, participó el capitán José María de las Cuevas, miembro de la policía judicial, que afirmó que es necesario dar un mayor protagonismo a los detectives privados en la investigación de los delitos públicos. Del lado de la APDPE, intervino Pedro Rosa, quien destacó el papel que los detectives privados desarrollan en los casos de verificación de las órdenes de alejamiento, ayudando a los jueces a tomar mejores de- cisiones y realizando labores de prevención respecto a la parte denunciante. Rosa también explicó las tareas de localización de personas que los detectives llevan a cabo en investigaciones relacionadas con impagos. España cierra 2010 con la tasa de delincuencia más baja de la década La delincuencia en el territorio donde actúan el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil se redujo un 1,8 por ciento en 2010, según los datos del balance de criminalidad y delincuencia hechos públicos por el Ministerio del Interior a finales de marzo. En concreto, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) registraron el año pasado 1.745.313 delitos y faltas, 32.152 menos que en 2009. Desde 2005, todos los años se ha producido una caída en el número total de infracciones conocidas por las FCSE, lo que ha permitido cerrar la década con los niveles más bajos de criminalidad registrados desde 1999. Así, en 2010 la tasa de criminalidad se situó en 45,1 in- fracciones penales por cada 1.000 habitantes, 0,7 puntos menos que en 2009 y 7 puntos por debajo del máximo histórico de 2002 (52,1). La reducción de la tasa de criminalidad tiene como origen la bajada continuada de las infracciones penales más importantes: delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas, delitos contra el patrimonio, faltas de lesiones y faltas de hurto, que suman el 73 por ciento de toda la criminalidad registrada por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. La tasa total de estas formas princi- pales de delincuencia se redujo en 2010 y pasó de 33,2 infracciones penales por cada 1.000 habitantes en 2009 a 32,6 el año pasado. Asimismo, en 2010 todos los indicadores principales registraron des- censos: los delitos contra el patrimonio cayeron un 3 por ciento; los deli- tos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas, un 1,6; las fal- tas de lesiones, un 0,7; y las faltas de hurto, casi un 1 por ciento. Crece el número de agentes La evolución a la baja de las cifras de criminalidad se debe en buena me- dida a que los incrementos continuados en las plantillas policiales han permitido mejorar la eficacia tanto en la persecución como en la preven- ción de los comportamientos delictivos. A finales de 2010, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contaban con 155.810 efectivos, 37.144 más que en 2003, lo que supone un crecimiento del 31,3 por ciento.