Seguritecnia 376
80 SEGURITECNIA Junio 2011 I i C ongreso N acional de S eguridad P rivada Eva Grueso Domínguez Presidenta de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE) Reinventando al detective N o me atrevo a pronosticar, ni siquiera a diagnosticar, el fu- turo de la Seguridad Privada. Máxime porque el desconocimiento pormenorizado de muchas de las ac- tividades del sector me impide ser tan osada. Es por ello que debo centrarme en aquello que conozco, en el colec- tivo de los detectives privados. Gremio al que, por supuesto, también le han abordado las consecuencias de la cri- sis, si bien es cierto que con algo de de- mora con respecto a otras profesiones; pero arribaron, y se instalaron, que es lo nefasto. Demasiados han sido los compañeros que no han podido hacer frente a las difi- cultades; pero si algo bueno tienen estos momentos de apuros es que agudizan el ingenio y se realizan planteamientos laborales hasta ahora no considerados (aunque algunos no se pueden desarro- llar porque nos encontramos con el es- collo insalvable de la falta de solvencia que muchos de nuestros potenciales clientes también están sufriendo). Nin- guna opción a las administraciones y po- cas a muchas de las empresas que an- taño nos contrataban de manera habi- tual, pues la tardanza en los cobros es la consecuencia de gran parte de los obs- táculos insuperables para un buen nú- mero de los autónomos, perfil mayorita- rio de los detectives. La idiosincrasia propia de la actividad de investigación privada hace, casi de manera tácita, prácticamente imposible el desarrollo profesional en un ámbito europeo, como opción más próxima y sin grandes pretensiones iniciales. Si va- loráramos la posibilidad de una proba- ble expansión, o una búsqueda de futu- ros consumidores en la UE, una vez sal- vado el escollo de la lengua (cuestión no superada para muchos), nos encon- traríamos con no pocas dificultades; no ya las asumidas de inversiones econó- micas que, bien es cierto, que en nues- tro caso no son excesivas, sino en as- pectos derivados de la formación, co- nocimientos legislativos o relaciones personales, fundamentales para nues- tro desarrollo profesional. Es incuestionable que los detectives españoles somos los mejor formados de la Unión Europea, con requisitos mí- nimos de tres cursos universitarios y 1.800 horas lectivas; sin embargo, los re- querimientos exigibles en cada uno de los países en materia de Seguridad Pri- vada son propios de cada Estado y, en no pocas ocasiones, los detectives pri- vados están directamente vinculados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, una gran dificultad cuando va- loramos esta posibilidad de expansión. Igualmente, sería preciso un conoci- miento bastante amplio en materia de Derecho, pues una parte importante de nuestros informes se aportan como prueba en los juzgados, claro, en Es- paña. ¿Y en el resto de la UE? Diferente en cada país. Eso sí, una gran ventaja en muchos de esos países, tendríamos la posibilidad de investigar delitos perse- guibles de oficio, tradicional reivindica- ción del colectivo, aún sin solventar. Por todo ello, parece claro que nues- tro futuro próximo continúa en España, pero hemos de reinventarnos. La for- mación sigue siendo pieza clave en este desarrollo profesional, una formación continua que demandamos a las uni- versidades y que aún no ofertan, actua- lizada y conforme a las exigencias socia- les, que conducen a una necesaria es- pecialización, tendencia actual de gran parte de los profesionales. La actualidad se dirige por otros de- rroteros. La tan manida frase de “bús- queda de nuevos nichos de mercado” es una realidad en el caso de los detec- tives; observamos cómo en los últimos tiempos han repuntado las investigacio- nes de índole económica, pues las bús- quedas de bienes o localización de mo- rosos han cobrado gran relevancia; pero el desarrollo de la profesión está diri- gido, seguro, hacia la investigación de fraudes, las auditorías de calidad, el ase- soramiento profesional o la inteligencia aplicada a la empresa; pues el vigente flujo de información, inimaginable hace unos años, junto con la actual capaci- dad de acopiar datos, hacen necesaria una inmediata intervención. Todo ello con dos grandes frentes abiertos, a los cuales hay que aten- der. La tradicional lacra del intrusismo, frente a la que hemos de seguir lu- chando utilizando todas las armas a nuestro alcance, y sensibilizando, a propios y a extraños, de la necesidad de erradicarlo y la inserción en las re- des sociales, con cautela, lógicamente. Si queremos ofrecernos al mundo, el mundo tiene que conocernos y en oca- siones, nuestra moderación llega más allá de la discreción exigible en el de- sarrollo de muchas de nuestras inves- tigaciones, confundiendo el marketing empresarial con la reserva propia de la profesión. Si somos capaces de analizar la situa- ción actual, las tendencias económicas y empresariales y hacer autocrítica para subsanar las carencias existentes, los de- tectives tenemos un campo de actua- ción ilimitado y nuevas posibilidades de intervención, renovándonos e inno- vando en función de las vigentes nece- sidades de la sociedad. S Comité organizador
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz