Seguritecnia 376

84 SEGURITECNIA Junio 2011 I i C ongreso N acional de S eguridad P rivada Raúl Beltrán Presidente del Guarderío B ueno, pues ha llegado el lobo. Si se fijan con atención en este II Congreso Nacional de Segu- ridad Privada, aderezado por esas Ór- denes Ministeriales que sacó el Cuerpo Nacional de Policía y por aquellas no- vedades que la pujanza tecnológica de nuestro sector y las normas que nos li- mitan en pro de algunos de los dere- chos que nuestro sistema reconoce a los ciudadanos, existe una diferencia, una varianza diría, respecto al tradicio- nal discurso de estos foros. Me refiero, como ya supondrán, a que es diferente el escenario del pro- blema y, por lo tanto, del negocio. Y claro, esto nos descoloca un poco. ¿Robo de cable, infraestructuras críti- cas, inseguridad rural, vigilancia en es- pacios públicos? A nosotros nos suena a una problemática que se desarrolla en el medio rural, en nuestra demar- cación, cerca de nuestra responsabili- dad, al calor de todas esas circunstan- cias de las que hemos venido avisando sin que se hayan sabido prever, o al menos plantear respuesta, por quien para ello tenía responsabilidad. Ahora, el susto mayúsculo, la alarma super- lativa…, estos desaprensivos que ro- ban cable pueden anular procesos de máximo coste o de interés nacional. No sé por qué me da que, en esto de las infraestructuras criticas, cono- ciendo el percal y visto que gran parte se ha de jugar en nuestro campo (en el de los guardas, en el de verdad…), al- guno a ambos lados de esto de la cola- boración deberá “apretarse las tabas” y plantear soluciones mucho más serias y comprometidas con la realidad que lo que hasta ahora se venía haciendo; no sería malo. Muy grande el espacio descubierto, el medio rural, aunque parezca lejano es el soporte y el nexo de todo y ahora se demuestra la razón de tanto aviso; que la inseguridad en este espacio no solo afecta a quien en el vive, sino que puede afectar a los procesos que mantienen a este mundo urbanita, y en el que algu- nos que tan seguros se pensaban que- rrán plantear –desde el desconocimiento de este medio– particulares soluciones. La solución ha de ser global. El melón de la seguridad en el medio rural debe abrirse y debemos recuperar la segu- ridad en nuestros campos, pero aten- tos… bien pudiera ser, ante la perspec- tiva de que el desarrollo del negocio se juegue en terreno rural, que las empre- sas (seguridad y sistemas) estudien la fi- gura del guarda de campo como ele- mento a partir del cual evolucionar; sus peculiaridades, su potencial, su proble- mática, y con amplitud de miras y de- jando su urbanita visión, planteen pro- ductos, servicios, ofertas adecuados, convenientes, ajustados y, sobre todo, diseñados para este nuevo mercado de la seguridad rural desde el desarro- llo de una figura que ha funcionado du- rante 162 años, a pesar de los pesares, para cubrir las necesidades reales de los habitantes del medio rural, desde el úl- timo y más humilde propietario que protege sus azadas en su huerto hasta esa macrocompañía que protege sus instalaciones recién consideradas críti- cas por su valor estratégico. Si así fuera, sería para mí un buen congreso: una vez que el tiempo nos ha dado la razón en cuanto a la creciente inseguridad, que ahora nos lo diera en cuanto al producto idóneo para cubrir la necesidad de seguridad; pero no las tengo todas conmigo. También pudiera ocurrir que quien conoce bien un mercado concreto –el urbano– quisiera exportar sus formulas sin contar con las especiales circunstan- cias del campo. Si hasta la misma Policía cae en ello, en quiebra del sistema legal español y el principio de especialidad para intentar cubrir puestos de guardas de campo mediante vigilantes (que no- sotros, al parecer no haber otros com- petentes a ello, deberemos denunciar al secretario de Estado), ¿cómo no lo in- tentarán esas mercantiles más preocu- padas en su cuenta de resultados que en lo adecuado de sus productos? Al final, como siempre, es la continui- dad lo que diferencia el servicio bueno del malo. Muchas empresas lo tienen claro: prestar servicios adecuados, en- tender el mercado y atender las deman- das del cliente. ¿Fácil no? Pues seguro que habrá quien pretenderá adecuar el mercado a su producto, que viene el lobo, que viene el lobo… S El medio rural, aunque parezca lejano es el soporte y el nexo de todo Recuperar la seguridad en el campo de forma adecuada Comité organizador

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