Seguritecnia 378

114 SEGURITECNIA Septiembre 2011 Protección contra incendios protección estructural, deben ser tam- bién prioritarios, ya que conllevan el proporcionar más tiempo y más posi- bilidades de salvación a los usuarios en- vueltos en el incendio, además de evi- tar que, debido a su colapso, la magni- tud de la tragedia aumente por afectar a otras instalaciones y edificaciones (ae- ropuertos, estaciones, edificios, indus- trias…). Otras protecciones deben ser consideradas también de alta impor- tancia en este sentido, como la ventila- ción, la evacuación de humos, etc. Las diferentes normas europeas so- bre incendios en túneles coinciden en aceptar que la evolución de la tempera- tura con el tiempo en un incendio pro- ducido en el interior de un túnel difiere notablemente de la que se puede dar en un edificio sobre rasante. En este úl- timo caso, los estudios de evolución de la temperatura han llevado a im- plantar internacionalmente un modelo matemático reproducible en laborato- rio en el cual se representa un incen- dio de combustibles celulósicos y se al- canza una temperatura de 1000º C en 90 minutos. Este modelo, denominado “Curva de Fuego Estándar”, está defi- nido por la norma internacional ISO 834 y se recoge también en la española UNE 23.093. Es de aplicación en los ensayos de resistencia al fuego que se realizan en nuestro país de acuerdo con los re- quisitos establecidos por la NBE-CPI/96, así como en los futuros ensayos euro- peos desarrollados por CEN de acuerdo con lo especificado en la Directiva Euro- pea 89/106/CEE sobre Productos de la Construcción. Los estudios realizados en Alemania establecen, sin embargo, que en un in- cendio dentro de un túnel las tempe- raturas ascienden mucho mas rápida- mente, alcanzándose hasta 1200º C en los primeros 5-10 minutos, e incluso este ascenso podría llegar a 1300º C, considerando un fuego de hidrocarbu- ros confinado, según estudios holan- deses. En Francia se aceptan también estos criterios de desarrollo de fuego. Debemos aclarar que estos estudios se L a preocupación por las conse- cuencias de los incendios en los túneles, de las cuales hemos sido testigos a raíz de los sucedidos en Mont Blanc, San Gotardo, Tauern y Ka- prun, con 221 víctimas mortales, a los que se suman otros como el del Canal, que, sin causar muertes, provocan gran- des pérdidas (solo en este túnel fue- ron de 211 millones de euros, contando tanto las reparaciones como las pérdi- das de tiempo de operatividad), está llevando a un imparable proceso de búsqueda de la seguridad contra incen- dios (SCI) en dichas construcciones. Por ello, cada vez más se estudia la extrac- ción de humos y salidas de emergen- cia, la protección de instalaciones eléc- tricas y, algo muy importante, la propia estructura de hormigón del túnel. En este artículo se plantean soluciones de protección pasiva contra incendios que tienen una incidencia muy positiva en la mejora de la resistencia al fuego de los túneles. Todos los túneles tienen sus riesgos de incendio. Son seis los factores que influyen en la seguridad de estas ins- talaciones: a) la conducta de los usua- rios; b) las cargas de fuego y compor- tamiento de los vehículos; c) el diseño y trazado del túnel; d) los equipos y sis- temas instalados, incluyendo un man- tenimiento adecuado; e) el comporta- miento y actuaciones de la propiedad, los operadores y servicios de emergen- cia; y d) la función de los reglamentado- res y de los encargados de hacer cum- plir los reglamentos. El principal objetivo de la SCI en tú- neles debe ser la seguridad de los usua- rios, proporcionándoles tiempo y vías seguras de evacuación. Además, objeti- vos considerados secundarios, como la Problemática de la protección pasiva de los túneles en España Rafael Sarasola Sánchez-Castillo Doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Presidente de Tecnifuego-Aespi

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