Seguritecnia 378
SEGURITECNIA Septiembre 2011 121 Protección contra incendios tura ordinaria. Estos últimos se abren en áreas fuera de la zona incendiada, que- dando menos agua disponible para los rociadores de ésta; sin embargo, los ro- ciadores de alta temperatura no funcio- nan de este modo, abriéndose solo los que están sobre el fuego, con lo cual se descarga más agua en la zona incen- diada. Por esto, se permite una deduc- ción en la densidad de diseño cuando se usan rociadores de temperatura alta. Pero si la altura de almacenamiento es superior a 7,6 metros ocurre lo con- trario, y NFPA recomienda el uso de ro- ciadores de temperatura ordinaria. Esto es de nuevo consecuencia de los resul- tados obtenidos en los ensayos. En este caso, los rociadores de las estanterías, (que ahora son necesarios), al abrirse, disminuyen la cantidad de calor gene- rado y, como consecuencia, no se pro- duce un incremento del área de funcio- namiento de los rociadores del techo aunque sean de temperatura ordinaria. Factor K del rociador El tamaño del orificio del rociador de- termina la cantidad de agua que se des- carga a una presión determinada. La fórmula utilizada para calcular el cau- dal proviene del Teorema de Torrice- lli, que puede transformarse en la fór- mula estándar utilizada para el cálculo de instalaciones de rociadores: Q = 0,666cd 2 p1/2 , que se simplifica en Q = k p1/2 . Todos los factores K de los rocia- dores se han desarrollado a partir de la misma fórmula matemática. Los ensayos realizados por FM de- muestran, y en eso se basan sus nuevos criterios para diseño, que la misma can- tidad de agua descargada por un rocia- dor de factor K grande a baja presión es más efectiva que si se descarga por un rociador de un K menor a mayor pre- sión. Esto es consecuencia de que en el primer caso se producen gotas de ma- yor tamaño y con mayor poder de pe- netración. Orientación y curva de descarga Ambos conceptos son críticos en el fun- cionamiento de los rociadores. La orien- tación puede tener un impacto en la distribución del agua y en la capacidad de controlar o suprimir el fuego de los rociadores cuando están cerca de ele- mentos estructurales del edificio. La incidencia de la orientación es tan importante que FM, en sus nuevas ho- jas técnicas, solo permite realizar deter- minadas protecciones con rociadores colgantes. Los conceptos de control y supresión se han estudiado en profundidad y es- tán relacionados con dos parámetros: la densidad de agua efectiva descar- gada (ADD, en su abreviatura en inglés) y la densidad necesaria (RDD). El valor de RDD aumenta a medida que la can- tidad de calor generada por el incen- dio crece. En otras palabras, cuanto más intenso es el incendio, más agua se re- quiere para el control o la supresión. Es preciso reseñar que tanto supre- sión como control, que aparecen clara- mente diferenciados en NFPA, han per- dido su entidad en los criterios de FM, de forma que en la actualidad son con- ceptos que han desaparecido de la ter- minología usada en sus hojas técnicas. Criterios actuales para la protección de almacenamientos en ‘racks’ por encima de 7,6 m de altura Como es conocido, existen diferentes criterios en función de la norma de di- seño que utilicemos. No vamos aquí a referirnos a los criterios de la EN 12845, ya que son generalmente conocidos. Así, vamos a centrarnos en criterios ba- sados en NFPA 13 edición 2010 y en la hoja técnica 8-9 de FM Global en su edi- ción de enero de 2011. NFPA 13 En NFPA 13, los requisitos para este tipo de protección se encuentran en dos ca- pítulos: el 16 para productos clase I, II, III y IV; y el capítulo 17 para plásticos y caucho. Cuando estamos usando rociadores de tipo control de la categoría CMDA El creciente número de almacenes con alturas de almacenaje superiores a los 13 metros incrementa la complejidad del diseño de los sistemas de rociadores
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