Seguritecnia 378

60 SEGURITECNIA Septiembre 2011 Protección de Infraestructuras Críticas E n los días que nos toca vivir, todos hemos sido testigos de numerosas catástrofes, natu- rales o provocadas, y el tremendo im- pacto que causan. En el pasado, el foco se ponía en los planes de emergen- cia y en la recuperación ante desastres; pero éstos ponen el énfasis en la ges- tión de la crisis y no en cómo evitarla ni cómo abordar la gestión corporativa de manera que se minimice el impacto de ésta. Así que la sociedad empresarial ha empezado a concienciarse, en mayor o menor medida, según el sector, de lo necesario que es adoptar las medidas orientadas evitar o, en el peor caso, mi- tigar los efectos y recuperar en el me- nor plazo posible la normalidad de las operaciones bajo su responsabilidad. Esto es lo que actualmente se conoce como “Continuidad de Negocio”. La entrada en vigor del Real Decreto 704/2011, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Protección de las Infraestructuras Críticas (RDPIC) pone en relación el impacto de las crisis individuales en la sociedad, para esta- blecer unas “medidas de protección de las infraestructuras críticas que propor- cionen una base adecuada sobre la que se asiente una eficaz coordinación de las Administraciones Públicas y de las entidades y organismos gestores o pro- pietarios de infraestructuras que pres- ten servicios esenciales para la socie- dad, con el fin de lograr una mejor se- guridad para aquéllas.” Además, la interdepencia entre mu- chos de los operadores críticos hace necesaria una nueva capa de coordina- ción entre éstos, que ha de activarse en paralelo con los planes de protección, en respuesta a lo que el Real Decreto determina en relación con la coordina- ción con el Plan de Protección de Infra- estructuras Críticas y también con la ne- cesidad de prevenir un efecto “dominó” o de impacto encadenado. Por todo esto, se hace necesario eva- luar si las empresas están preparadas para hacer frente a sus propias necesi- dades de gestión de la crisis y respon- der adecuadamente a sus obligaciones frente al RDPIC. ¿Son los procedimien- tos de comunicación actuales suficien- temente robustos para garantizar la dis- ponibilidad durante la crisis? ¿Las comu- nicaciones pueden verse afectadas? Y, en ese caso, ¿existe un plan B? Protocolos de localización Desde hace años, la telefonía móvil está integrada en la gestión de emergencias. En sus dos planos: voz y datos (SMS, etc.) las empresas han hecho uso con- tinuado de la telefonía, y en este mo- mento alcanzan un alto grado de ma- durez en el uso, que hace que no se considere siquiera un análisis para eva- luar sus evidentes deficiencias. Sin em- bargo, éstas existen si tenemos el telé- fono como el único medio de comuni- cación de alertas. El teléfono móvil sirve, y servirá sin duda, como la mejor ma- nera de localizar efectivos. En algunas industrias, esto solo es verdad siempre que las “radios” no estén disponibles. Así que durante años, bien mediante mensajes, bien mediante protocolos y estructuras de llamadas, ha sido la vía preferida por toda clase de organizacio- Alerta temprana en infraestructuras críticas ¿Necesitan las comunicaciones Continuidad? Juan Manuel Gil / Director general de F24 Servicios de Comunicación Episodios recientes, tales como el terremoto de Lorca, el tsunami de Japón, el seísmo de Haití, los tornados de EEUU, las erupciones volcánicas, etcétera, junto con otros como los atentados que se han producido en muy dife- rentes países, revelan la importancia de proteger aquellas infraestructuras críticas para el funcionamiento de nues- tra sociedad. En particular, los operadores críticos están tomando conciencia acerca de la relevancia de la coordina- ción entre ellos para anticipar el efecto “dominó” tras la afectación de uno de ellos. Desde el punto de vista de la comunicación, las empresas han ido adoptando diferentes métodos de alerta, pero su grado de concienciación sobre las vulnerabilidades de cada uno varía. En muchos casos, sigue siendo materia mejo- rable como demuestran las auditorías. Este artículo trata de reflexionar sobre los retos y las soluciones, y cómo se hace necesario mejorar el grado de ro- bustez y automatización de las comunicaciones en la gestión de crisis, para poder acomodar sin riesgos la necesidad de dar la alerta temprana a otras infraestructuras críticas. La interdepencia entre muchos de los operadores críticos hace necesaria una nueva capa de coordinación entre ellos

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