Seguritecnia 381

SEGURITECNIA Diciembre 2011 89 Artículo Técnico un cuestionario ( check-list ) en el que re- visábamos una serie de puntos débiles, podíamos identificar y analizar inciden- cias que afectaban a la pérdida descono- cida, lo que permitía al departamento de Auditoría Interna intervenir más directa- mente en la solución del “problema”. En resumen, el equipo de Seguridad apor- taba una información que hacía posible que el personal de Auditoría Interna tra- bajara con más profundidad en resolver aquello que fallara. A finales de los años 80 y principios de los 90, se empezaba a hablar sobre “esa desconocida pérdida desconocida” y, lo que era más importante, se editaban las primeras encuestas sobre esta cuestión, creándose los primeros responsables es- pecializados en prevención de pérdidas en la distribución comercial. Como ejemplo –que yo mismo viví–, en Andorra el Grupo Pyrénées, sensibili- zado con el “problema”, crea la figura del responsable de Prevención de Pérdida Desconocida en el año 1991, al que in- tegra en una primera etapa dentro de la estructura de Seguridad y, más tarde, en el departamento de Auditoría Interna. Es en este punto cuando se evoluciona de unos gestores de seguridad centra- dos en el hurto externo e interno a unos especialistas en prevención de la pérdida desconocida, más centrados en el análisis que generaba la información procedente de los inventarios y el control sobre las áreas logística, administrativa y financiera. En definitiva, vemos que en esta etapa los responsables de Seguridad se van intro- duciendo en otras áreas de gestión. ¿Cómo se está gestionando? Dónde estamos Como ya ha quedado reflejado, la pérdida desconocida es un “problema” que afecta a la cuenta de explotación, por lo que de- bemos asumir la necesidad de controlarla. Pero, salvo en las grandes compañías, no existe un área o departamento de Preven- ción y Gestión de la Pérdida Desconocida o ni siquiera de Seguridad. Tengamos presente que, si bien la pér- dida desconocida es aún una gran in- cógnita para muchas empresas de dis- tribución (especialmente medianas y pe- queñas), hablar de seguridad es hablar de gastos. Esta opinión, tan extendida entre los gestores comerciales y finan- cieros que no conocen o no quieren ver el “problema”, posiblemente guarde una parte de verdad si no se tiene en cuenta que la seguridad en la distribución co- mercial puede colaborar en el alcance de los objetivos. Y para ello la seguridad debe estar gestionada por profesionales formados y especializados en la vigilan- cia y protección del patrimonio y, muy especialmente, en la prevención de la pérdida desconocida en este ámbito. Un dato a considerar: Una encuesta ela- borada por una importante empresa de seguridad resaltaba que el 80 por ciento de los robos y hurtos se produce en las pequeñas y medianas empresas (pymes). Posiblemente, y muy a pesar de los in- dicadores de la pérdida desconocida, se sigue creyendo que “la seguridad es una carga y un gasto”, por lo que esta ges- tión se asigna habitualmente a responsa- bles de otras áreas que, además, deben ocuparse de la seguridad. Quiero citar algunos ejemplos de or- ganización: ▪ En grandes compañías: El director de Seguridad cuelga en la gran mayo- ría de los casos de la Dirección Gene- ral, supervisando directamente tres áreas de gestión: área técnica / siste- mas; área de vigilancia y protección; y área de prevención de pérdida desco- nocida. Además, mantiene una rela- ción directa con el departamento de Auditoría Interna. ▪ En pequeñas y medianas empresas (pymes): En la gran mayoría de los ca- sos, no existe la figura del director de Seguridad. Esto significa que dicha área es gestionada en muchas oca- siones, con toda la buena voluntad, por los responsables de otros departa- mentos, a los que además se les “carga con la seguridad”, y que son asesora- dos, en el mejor de los casos, por los gerentes de las empresas de seguri- dad que tienen contratadas. Estos encargados suelen ser: directo- res técnicos (“como ya gestiona otros servicios, como el mantenimiento y la limpieza, pues también puede ocuparse de la seguridad”), directores de Recursos Humanos (“como ya gestiona preven- ción de riesgos laborales, pues también seguridad”), directores comerciales (“ya que los gastos de seguridad afectan a la cuenta de explotación…”) o directores de Informática (“como ya gestionan la seguridad informática, también pueden hacerlo con la seguridad en general”). ¿Realmente estos directivos son ex- pertos en seguridad o conocen el “pro- blema” de la pérdida desconocida? Si tenemos presente que la pérdida des- conocida supone entre un 1 y un 2 por ciento de las ventas de la distribución co- mercial y que además las empresas del sector gastan en seguridad aproximada-

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