Seguritecnia 386
18 SEGURITECNIA Mayo 2012 Seguridad en hoSpitaleS L a vigente Ley de Seguridad Pri- vada impone la existencia de un departamento de Seguridad en aquellos centros que cuenten con un servicio integrado por 24 o más vigi- lantes, cuya duración prevista supere un año. Es evidente que la intención del le- gislador fue dotar de una estructura or- ganizativa propia a aquellos usuarios que se provean de un potente servicio de vigilancia, más allá del volumen de riesgo que generen. O quizá se tratara de objetivar ese riesgo a la vista del vo- lumen del servicio. En cualquier caso, dejó abierta la po- sibilidad de exigir la misma medida cuando así lo disponga la Dirección General de la Policía o el subdelegado del Gobierno, atendiendo el volumen de medios personales y materiales, tanto físicos como electrónicos, el sis- tema de seguridad de la entidad o es- tablecimiento, así como la compleji- dad de su funcionamiento y el grado de concentración de riesgo. O lo que es lo mismo: soluciones a medida de los problemas. Es evidente que, con esta segunda po- sibilidad, serían exigibles departamen- tos de Seguridad en multitud de centros, toda vez que la globalización ha traído consigo la multiplicación de las amena- zas en todos los ámbitos, y la concentra- ción de riesgos justificaría la exigencia de estos departamentos en numerosas ins- talaciones. No obstante, parece que es voluntad de la Administración no impo- ner nuevas cargas a los usuarios, y por eso ha venido haciendo un uso escaso de esta facultad, pese a que la carga no es tan grave dado que la constitución de un departamento de Seguridad solo re- quiere su comunicación a la autoridad competente, con el único requisito de colocar a su frente a un director de Se- guridad habilitado por el Ministerio del Interior. Por otra parte, el usuario que pu- diera requerirlo seguramente habrá to- mado ya otras medidas más gravosas. Las ventajas que aporta la existencia de un director de Seguridad en un de- terminado centro son importantísimas, tanto para el propio centro como para el conjunto de la sociedad. Hoy, la Estra- tegia Española de Seguridad contem- pla la Seguridad Nacional como el resul- tado de integrar los esfuerzos y recur- sos de todos, Administración, empresas y particulares. En este sentido, el hecho de que empresas y particulares organi- cen su seguridad de forma eficiente, no solo sirve a sus propios intereses, sino que contribuye a la Seguridad Nacional. Enlace con las FCS En ese proceso de integración de los re- cursos públicos y privados, cobra una especial trascendencia la figura del di- rector de Seguridad. En él recae la res- ponsabilidad de servir de enlace con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y la ex- periencia recogida por la Guardia Civil a través del desarrollo del “Programa Co- opera” es que constituye una garan- tía de eficacia para la colaboración mu- tua, siempre que se establezcan proce- dimientos ágiles de comunicación y se tengan presentes sus necesidades de información para facilitarle la protec- ción de su propia entidad. Entre los centros en los que puede considerarse indispensable la creación de un departamento de Seguridad, ocupan un lugar muy destacado los hospitales. Primero porque estamos ha- blando de un servicio esencial para el ciudadano, y segundo porque, además, la complejidad de su estructura y acti- vidad les hacen objeto de numerosos riesgos: cuentan con depósitos de dro- gas, equipos valiosos, incluso instalacio- nes radioactivas, y acumulan algo muy importante, cuya protección no debe nunca olvidarse, información. Un centro hospitalario almacena multitud de da- tos personales extremadamente sensi- bles y que gozan de la máxima protec- ción legal. Hay, además, un riesgo específico que constituye un problema al que debe prestarse la máxima atención, que es el de las agresiones al personal sanitario. Un hospital, por razones ob- vias, es un foco de tensiones y situa- ciones de angustia, que pueden des- embocar con mucha facilidad en mal- tratos hacia los trabajadores del centro por parte de pacientes frustrados o de sus familiares. Esta situación afecta gravemente a la prestación de un servicio esencial por- que, además de generar un clima de in- seguridad, puede provocar una quiebra de la relación médico-paciente, que ha de basarse necesariamente en la con- fianza; y ésta es muy difícil de mante- ner si el profesional actúa a la defensiva frente a sus pacientes. César Álvarez Coronel jefe del Servicio de Protección y Seguridad de la Guardia Civil (SEPROSE) Seguridad en centros sanitarios Para la Guardia Civil sería del máximo interés contar con un interlocutor válido con quien establecer planes conjuntos
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