Seguritecnia 386

70 SEGURITECNIA Mayo 2012 Opinión la lontananza, mar quieto, prudente, li- gera brisa temblona y respetuosa ve- neración a la santa imagen, devoción milenaria de los pescadores del Caba- ñal como homenaje a las víctimas del mar. Esta vez insomne, emocionado, he asistido junto a mis hijos Tony y Vicente, y reencontrado a mi hermano Pepe. ¡Cuántas gracias doy a diario por lo reci- bido! Solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud. He dedicado como empresario una vida, mi vida, al sector de las segurida- des, al que tanto quiero y debo. Son muchas primaveras, cuantiosas Sema- nas Santas, aunque en honor a la ver- dad esta ha sido especial, profunda, su- frida, angustiosa a veces, hasta tomar una decisión importante y meditada, en atención a mi familia, sin la cual nada tiene sentido para mí. No es el tiempo el que pasa, pasamos nosotros… Mi tiempo queda en el espacio de mis re- cuerdos; por ello, con un nudo en la garganta, digo que dejo de ser cabeza visible de la industria de seguridad Chi- llida Sistemas de Seguridad, S.L., autori- zada por la Dirección General de la Po- licía con el número cinco, en agosto de 1974, que ha sido vendida. Muchas veces he insistido en que la alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la dis- puta y no la victoria misma. Desde hace tiempo he apremiado a quien quiso es- cucharme para efectuar concentracio- nes en el sector de la industria Chillida; por ello compramos Siemens Buiding Tecnologies, para poseer el tamaño ne- cesario. No fue suficiente, las turbulen- cias económicas a las que nos enfrenta- mos todos los sectores en la actualidad han pesado sobre el fiel de la balanza y, tras analizar el futuro próximo que nos aguarda, pensando en salvar empleos, continuar con la esmerada atención a nuestros clientes, la familia Chillida deci- dió la liquidación de la empresa tras va- lorar su derecho por su deber, por apre- cio personal a nuestros clientes, por la confianza demostrada, por las ense- ñanzas recibidas en el buen hacer; por ello, y porque jamás hemos defraudado a nadie, quiero dar las gracias y pedir perdón si en cualquier momento pude ofender a alguien. Sé que quién nada se perdona a sí mismo merece que se lo perdonemos todo, gracias. Un amigo cercano me decía que cuando se pierde algo que quieres debes aprender a su- perar el duelo para tratar de recordar desde la alegría. Las ideas mueven el mundo, pero no antes de transformarse en sentimientos. Los míos en estos momentos están en- contrados. Confieso que para mí la vida por el sector se borrará cuan regueros de cera vertidos en la calzada, pero me queda la satisfacción de haber luchado junto a mis hijos con fe, trabajando sin límite. Pues bien, nuestro deseo sería que la pequeña historia nos retenga como una empresa familiar continua- mente resuelta a complacer a nuestros clientes en el quehacer diario e íntegra dedicación, porque ellos son a fin de cuentas nuestra razón de ser y estar, sin olvidar que el éxito no da ni quita la ra- zón a las cosas. Pienso que la ilusión es tan útil como la certeza y no me cabe duda de que ahora toca dejar las emociones a un lado y pasar a la acción, dado que la actividad es indispensable al bienestar. Lo impor- tante es mudar el rumbo, porque el que no varía la dirección ya sabe dónde va. Después de la palabra, el silencio es el segundo poder del mundo. A partir de ahora, allí me encontraréis... Un afec- tuoso abrazo, ¡hasta siempre! S V agaba por la huer ta pen- sando en cuan insensato es el hombre que deja transcurrir el tiempo estérilmente, sin olvidar que es el mejor autor, el tiempo, pues siem- pre encuentra un final perfecto. Valen- cia se inunda de color, la fragancia de los naranjos estalla sin compasión, se propaga, dispersa; divulga a los no avi- sados que, a partir de este momento, las flores mostrarán sus mejores galas, el verde gradual e imparable se funde, el sol comienza a sisar, cada día, unos minutos a la noche, la luz se dilata or- gullosa… Con los años revivimos el pa- sado, prosigo mi deambular, abril ¡cuán- tas remembranzas! Este año nos tutela la luna, la cual sigue con atención los pasos de la Semana Santa Marinera, do- lor, oscuridad, noche, pasión y muerte. El domingo, tras la Pascua, luna llena, seguridad, certeza; para cuantos nos sentimos cristianos, resurrección, reapa- rición, vida… En multitud de pueblos españoles, sobre las raídas calzadas, han quedado impresas en cera las huellas del senti- miento, gotas, regueros de devoción que señalan el paso de los fieles que han procesionado. Pronto desaparece- rán esas marcas a la espera del próximo año; como suele decirse, Pascua y Na- vidad se esperan con alegría y pasan como cualquier otro día, así son los pa- sos de la vida, casi todo proviene de casi nada. Quizás porque estoy en un momento de la vida muy receptivo, he vivido con fervor la Semana de Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, emocionado en el encuentro de los Cristos del Salvador, imagen románica de 1250 que apare- ció flotando en las aguas del Turia, y el Cristo del Salvador y del Amparo, en mi playa, despuntando el día, sol tímido en Un hasta siempre para ‘Seguritecnia’ Antonio Ávila Chuliá “En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás del velo de cada noche viene una aurora sonriente.” –Khalil Gibran –

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