Seguritecnia 386
82 SEGURITECNIA Mayo 2012 Artículo Técnico cionado en gran medida ambos pro- blemas incorporando pilas de alimen- tación de celdas de litio de doble blo- que, que aseguran el funcionamiento de su portador aunque falle un bloque, y ofrecen autonomías de hasta cinco años sin mantenimiento. Las centrales también incorporan procesamiento de tensión de alimentación en los equi- pos, avisando cuando las baterías se están agotando. En cuanto al inconve- niente de la refracción de las ondas al entrar en contacto con una superficie, estos efectos físicos son propios de la fisonomía de la onda y dependen de la energía de la propia onda y del me- dio sobre el que se desplace; aunque las atenuaciones no son muy signifi- cativas (desde un 10% en tabiques li- geros y pladur hasta un 60% en tabi- ques pesados de hormigón armado y un cien por cien en medios metálicos) la tecnología ha evolucionado hasta la comercialización de centrales capaces de reconocer las señales a 200 metros de distancia (señal ominidireccional en campo abierto) y repetidores de alcan- ces de más de 40 metros con una am- plitud del cien por cien. Industrial y Defensa Uso de la emisión vía radio en la protec- ción industrial y de Defensa (el microon- das): Quizá es en estos sectores donde, desde hace más años, ha sido más fre- cuente recurrir a la emisión de seña- les de detección vía radio debido a las complejas necesidades de protección en grandes áreas y perímetros, como bases militares, aeropuertos, grandes in- dustrias o recintos y complejos edifica- torios de geometrías amorfas e irregula- res en campo abierto. Para dar solución a casos de este tipo, el sistema de detección “vía ra- dio” ha sido adoptado desde un prin- cipio como el más fiable, económico y seguro de los disponibles en el mer- cado. Grandes empresas del sector de la Seguridad y el microondas han ido incorporando esta tecnología analó- gica a sus productos para ofrecer solu- ciones de barreras de microondas mo- noestáticas o biestáticas que, con alcan- ces de hasta 450 metros, crean barreras invisibles que, cubriendo extensas su- perficies, se adaptan perfectamente a la orografía del terreno. No se ven afecta- dos por las inclemencias meteorológi- cas y crean barreras elípticas de geometría variable total- mente invisibles a la percep- ción humana. Los lóbulos de protección varían en función de las antenas empleadas, la distancia entre emisores y recepto- res y la sensibilidad de ajuste (pudiendo adaptarse la misma para la discrimina- ción de pequeños animales y u obje- tos que la puedan atravesar). Estos dis- positivos también incluyen medidas de protección adicionales, como autopro- tección de elementos y carcasas antide- flagrantes. La inclusión de microprocesadores en las propias barreras también ha con- tribuido enormemente a su desarro- llo en cuanto a fiabilidad y modo de operación, ya que las señales recibi- das por el emisor son analizadas digital- mente “paso a paso” para analizar con- ductas (paso de intrusos), eliminar fal- sas alarmas (hasta casi un 0%) y analizar el ambiente al que está expuesto (re- chazando los movimientos de la hierba, la nieve, etc.), siendo imposibles de en- mascarar (debido a un sistema de cris- tales superpuestos que controlan la modulación), pudiéndose controlar re- motamente y llegando a detectar en lu- gares donde para otros sistemas es im- posible, como por el terreno debajo de los muros o por debajo de la nieve que pudiera haber delante. Las soluciones que utilizan estas tec- nologías son muy variadas, adaptán- dose a cada necesidad en concreto. Así pues, se comercializan sensores com- pletamente invisibles compuestos por dos cables térmicos que, o enterrados Fuente: Daitem. Fuente: Extreme Security.
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