Seguritecnia 390
Seguridad en Museos y Patrimonio Histórico SEGURITECNIA Octubre 2012 77 parte de nuestra historia y que, por tanto, son de imposible restitución, debemos ser conscientes de que la estabilidad y calidad del servicio de seguridad son fun- damentales, incluso por encima de consi- deraciones de carácter económico. En los últimos años se está produ- ciendo una clara tendencia hacia la es- pecialización en materia de seguridad. Nuestros clientes demandan de manera creciente que conozcamos más y me- jor el entorno en el que hemos de pres- tar nuestros servicios. Por eso, nuestro sector tiene la responsabilidad de estar cerca de sus clientes y ayudarles en sus procesos de transformación, para así mi- nimizar los riesgos a los que se enfrenta y asegurar, a partir de los servicios que ofrecemos, que obtienen la máxima efi- ciencia para la gestión de su institución. Si queremos ser un socio de referencia que aporte valor, debemos ser capaces de entender y atender los requerimien- tos de nuestros clientes. Por ello, Prosegur cuenta con una línea de especialización de patrimonio histórico, que incorpora nuevos sistemas, planes de formación para el personal propio y de las institucio- nes, métodos y procedimientos adapta- dos a las necesidades reales de este sector y desarrollos conceptuales propios nunca antes aplicados al patrimonio histórico. Esto es posible porque quienes inte- gramos esta área dentro de Prosegur procedemos del ámbito cultural, al que hemos dedicado muchos años, y por eso sabemos mejor que nadie cómo po- demos mejorar día a día todo lo refe- rente a la seguridad de las obras de arte. Estamos en disposición de aportar so- luciones que, desde la doble visión de usuarios y proveedores, nos hace tener una perspectiva más global. Así, por ejemplo, cuando en confe- rencias, cursos y mesas redondas deci- mos que se ha de entender la seguridad desde el punto de vista de la conser- vación de obras, esta idea suele causar una cierta extrañeza inicial. Sin embargo, cuándo explicamos el concepto, y la ma- nera en la que desarrollamos nuestras soluciones, se percibe el valor añadido que una empresa de seguridad como la nuestra puede aportar. Y es que, en Prosegur, los objetivos de una institución cultural, como son adquirir, conservar, in- vestigar, comunicar y exhibir las obras de arte, son asumidos como propios. Por todo ello, estamos en un mo- mento de cambio funcional, estructu- ral y conceptual, que implica que los di- ferentes actores implicados trabajen de manera conjunta para conseguir que las obras de arte tengan las mejores con- diciones de conservación y protección. Pero han de ser los poderes públicos, que por un lado son titulares de la ma- yoría de instituciones culturales y que, por otro, tienen la responsabilidad de le- gislar, quienes asuman el reto de impedir que las malas prácticas se conviertan en algo común en un sector tan importante como es el de la Seguridad Privada. Aprendamos del pasado y corrijamos aquello que no se está haciendo bien. Todavía estamos a tiempo. S D esde el anterior número que Seguritecnia dedicó al asunto, muchas cosas han cambiado en el mundo del patrimonio histórico en el ámbito de la seguridad; un sector fundamental para la economía española, que aporta el 1,2 por ciento de nuestro producto interior bruto y que da empleo a decenas de miles de personas de di- versas áreas de actividad. Además, pro- duce unos beneficios colaterales en la in- dustria turística, que son fundamentales para el sostenimiento de la riqueza de nuestro país, ayudando a mantener una oferta turística de calidad con un legado cultural de primer orden a nivel mundial. Me encantaría decir que estos cam- bios se han producido por las mejoras en los sistemas, los procedimientos y el aumento de la seguridad en general, pero la realidad es que la crisis pasa fac- tura y el mundo de la cultura es posi- blemente uno de los que más está su- friendo los avatares de los recortes. Si a esto añadimos el hecho de que muchas instituciones han realizado con- trataciones a bajo coste que impiden la rentabilidad adecuada de estos servicios, así como los problemas de liquidez que originan los impagos acuciados por los recortes, la realidad a día de hoy es que muchas instituciones se están viendo desprotegidas. Esto está originando unos problemas muy importantes, dado que las institu- ciones contratantes son responsables ci- viles subsidiarias. Por lo tanto, deben ac- tuar y contar con un servicio ofrecido por empresas sólidas y con gran experiencia. Es importante tener esto en cuenta para evitar el deterioro de un sector vital para el desarrollo del país y que genera una gran riqueza para los ciudadanos. Dado que en este caso concreto estamos ha- blando de la protección de bienes pa- trimonio de la humanidad, que forman Todavía estamos a tiempo Francisco de la Fuente / Director corporativo de Patrimonio Histórico de Prosegur
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