Seguritecnia 397
72 SEGURITECNIA Mayo 2013 Artículo Técnico dores de puertas que deben ser solta- dos, equipos que deben ser parados, y otros muchos elementos que reci- ben señales del sistema contra incen- dios. Habitualmente se trata de siste- mas multidisciplinares y que por tanto son realizados por diferentes empresas, pero sin embargo el sistema de protec- ción contra incendios se tiene que ocu- par de cada una de ellas desde diferen- tes puntos. La comprobación efectiva de que estas actuaciones realmente funcionan es un aspecto muy impor- tante a la hora de realizar una correcta puesta en marcha, ya que si eso no se comprueba podría ser que se estuviera olvidando un aspecto muy importante de la seguridad general del edificio (un ejemplo muy claro es la suelta de rete- nedores magnéticos de puertas corta- fuegos, que deben garantizar la secto- rización de un edificio). Conclusiones En general, todos los criterios expuestos en este artículo son de alguna manera si- milares a otros que se podrían enumerar para otro tipo de sistemas. En resumen, se trata de partir de un diseño razonable y acorde con la reali- dad del edificio y su uso, tener en cuenta que todos los sistemas funcionan juntos, pensar en el mantenimiento de los mis- mos y, finalmente, realizar las comproba- ciones necesarias para estar seguros de que los sistemas funcionarán correcta- mente cuando se necesiten. S son difíciles de probar en condicio- nes reales, pero sí es posible, al menos, efectuar todas las pruebas funciona- les y de seguridad que garanticen que el sistema está listo para funcionar cuando tenga que hacerlo. Estos sis- temas funcionan a grandes presiones, y por tanto es absolutamente nece- sario verificar que el sistema de distri- bución puede soportarlas. Asimismo, la automatización del funcionamiento de estos sistemas puede ser relativa- mente compleja, en especial cuando existen válvulas direccionales, por lo que se debe verificar que todas las condiciones y protocolos de funciona- miento (con sus retardos, alarmas, se- guridad de las personas, etc.) funcio- nan tal como se diseñaron. Los sistemas de espuma suelen ser también objeto de puestas en marcha no del todo correctas. Por ejemplo, es difícil saber si el sistema va a lanzar es- puma en cantidad y concentración su- ficiente si la comprobación se limita a los cálculos teóricos. Se debe garanti- zar, realmente, que obtenemos el pro- ducto que requiere el incendio para ser apagado. Además de éstos y de otros siste- mas de detección y extinción, hay un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando se realiza la puesta en marcha de un sistema de protección contra incendios: las interacciones con otros sistemas. Compuertas cortafue- gos que deben ser accionadas, retene- ladas en recintos que serán inundados en las primeras lluvias, o sin ventilación suficiente, o que no tienen instrumen- tación (medidor de caudal, manóme- tros) que permita verificar que siguen funcionando correctamente; puntos de prueba de rociadores que quedan ocultos en zonas inaccesibles; sistemas de extinción mediante gas sin blo- queo mecánico para labores de man- tenimiento, etc. Este tipo de situaciones siempre se puede evitar, y de este modo permi- tir que el sistema no sólo funcione al principio, sino que alguien pueda ha- cerse cargo de él en el futuro y per- dure su funcionamiento correcto du- rante muchos años. 7) La puesta en marcha debe ser una verificación real de que las cosas fun- cionan: Dado que en la mayor parte de los casos el usuario no va a ver fun- cionar los sistemas, la única forma de saber que los sistemas funcionarían co- rrectamente es verificar seriamente la operativa de los mismos. Al igual que un mantenimiento mal hecho acaba con la eficacia del sistema, una puesta en marcha poco exhaustiva puede de- jar un buen sistema en muy malas con- diciones de funcionamiento real. En especial, los grupos de bombeo, cuyas prestaciones y accionamiento se deben verificar completamente, por ser el corazón de todos los sistemas de extinción por agua. Los grupos de bombeo deben probarse en todo su rango de caudal, verificando que las presiones y caudales alcanzados son los requeridos. En ocasiones se en- cuentran grupos de bombeo insta- lados que presentan un contador de tiempo de funcionamiento de menos de media hora, lo cual desde luego hace pensar que su prueba no ha sido muy completa. También debe pro- barse su funcionamiento en automá- tico, así como comprobar que todas las señales técnicas que deben ser re- petidas a la central de incendios llegan correctamente. De igual modo, los sistemas de ex- tinción mediante gases. Estos sistemas
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